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Por Diana Olvera Dander
Cuando cerró la Feria de Chapultepec, los chilangos sentimos que nos habíamos quedado sin un sitio emblemático de la ciudad. Sin embargo, Aztlán ha llegado para darle a las nuevas generaciones un espacio de dinamismo, aventura y mucho color.
La rueda de la fortuna de Parque Aztlán ofrece una increíble vista panorámica de la CDMX. Su gran altura e iluminación seguramente la convertirán en un icono de la capital. Para los que les gusta sentir la emoción en la panza, están las montañas rusas La Jurásica y La Mocha, y una torre de caída libre de 50 metros de altura. Los pequeños se divertirán en el carrusel, los carros chocones y columpios voladores.
Al más puro estilo de las ferias populares, tiene una zona de juegos de destreza donde puedes ganar algunos premios, y una casa de sustos llamada Siniestro, donde la realidad virtual hará saltar a más de uno. El toque histórico y cultural lo da una experiencia inmersiva con una proyección de 720º acerca de Tenochtitlán y la cosmovisión mexica.
La rueda de la fortuna de Parque Aztlán ofrece una increíble vista panorámica de la CDMX. Su gran altura e iluminación seguramente la convertirán en un icono de la capital. Crédito: Shutterstock.
En tu visita por el parque encontrarás cuatro mascotas que reflejan la personalidad de Aztlán: Bocho, un jaguargarto enorme y bonachón; Yola, una axoloneja hiperactiva y de gran sentido del humor; don Chacho, un chihuatrucha valiente y decidido, y Fito, un garzaespín analítico y responsable.
El Parque Urbano Aztlán es un proyecto en crecimiento al que poco a poco se irán sumando nuevas zonas y atracciones. La entrada es libre y solo pagas las atracciones que tú eliges. ¡No esperes más y ve a descubrirlo!