Crédito: Shutterstock.
Viñedos, cervezas artesanales, lácteos de primera calidad y propuestas culinarias del rancho a la mesa se combinan en Querétaro. El encanto de su capital colonial, sumado al de pueblos mágicos como Bernal, Tequisquiapan y Cadereyta de Montes, invitan a explorar tradiciones y sabores auténticos. Ya sea que busques un respiro del estrés urbano en un lugar rústico o un alojamiento más sofisticado, Querétaro te propone un viaje slow, para que saborees cada momento.
En Querétaro, el respeto por la tierra y los ingredientes frescos definen la experiencia gastronómica en lugares como Bárbaro Asador, que destaca por su filosofía de “volver al origen”, cultivando sus propios insumos o trabajando con proveedores locales que comparten esta visión. Los chefs mexicanos Isaí Nolasco y Moisés Guadarrama celebran en cada platillo la riqueza de la tierra y de las estaciones, pues el menú cambia cada temporada, lo que refleja la diversidad de ingredientes locales, muchos de ellos transformados en platos reconfortantes gracias al toque del asador.
No dejes de visitar su huerto, donde se da prioridad a la sostenibilidad y al respeto por el producto. Aquí no solo aseguran ingredientes frescos para la cocina, sino que también hacen tangible la filosofía de ofrecer una experiencia gastronómica basada en los ciclos naturales.
Hércules, en una antigua fábrica textil en las afueras de Querétaro, alberga una cervecería, espacios para creativos y un hotel con alberca, spa y dos restaurantes. Crédito: Cortesía Hércules.
En tu viaje gastronómico puedes incluir algunos de los pueblos mágicos de Querétaro. Bernal, por ejemplo, conocido por su imponente monolito, tiene tradicionales esquites de colores con diversos sabores. En el mercado artesanal y gastronómico puedes probar gorditas martajadas con chile rojo, los nopales o las enchiladas serranas con cecina.
Tequisquiapan destaca por sus quesos artesanales y sus vinos, pero no se quedan atrás las tradicionales gorditas de maíz quebrado, la barbacoa o el consomé. Eventos como la Feria del Queso y el Vino no solo destacan a productores locales, sino que también celebran la música y la cultura de la región.
Finalmente, en el pueblo mágico de Cadereyta, además de visitar el Jardín Botánico Regional, puedes trasladarte a Boyé, una comunidad a 10 minutos de la cabecera municipal donde el pulque y la barbacoa son protagonistas del menú.
La cerveza artesanal Hércules se ha ganado su lugar en el nutrido panorama mexicano. Puedes visitar su cervecería en Querétaro, dentro de un interesante espacio arquitectónico. Crédito: Cortesía Hércules.
Querétaro ha comenzado a posicionarse en el mapa enológico por su producción vinícola. Freixenet y La Redonda ofrecen desde hace tiempo catas y recorridos, sin embargo, bodegas como La Terquedad también tienen una experiencia culinaria en su restaurante Tierra Yerma.
En el panorama de las cervezas artesanales, la queretana Hércules destaca por varios motivos. La cervecería, ubicada en una antigua fábrica textil del siglo XIX, además de ser muy fotogénica, elabora anualmente más de 50 estilos de cerveza. Hércules también alberga a una comunidad creativa y un hotel de ambiente relajado, con patios, alberca, spa y dos restaurantes: Comedor, de comida reconfortante, y Cocina del Mar, con un menú fresco de mariscos junto a la alberca.
Barrigón es otro proyecto de vinos queretanos que está dando mucho de qué hablar. Están alojados en el mismo lugar de Bárbaro Asador, así que ahí puedes probarlos y, si te gustan, llevarte algunos a casa. Lo que caracteriza a Barrigón es que producen vinos naturales –o de mínima intervención–. Sin filtraciones, sulfitos ni sustancias añadidas, los vinos naturales retoman la forma ancestral de hacer vinos y de entenderlos como productos vivos, reflejo del cuidado del campo y un tributo a las manos que lo elaboran. También hacen sidras de manzana, destilados como whisky de maíz, gin y brandy de uva queretana. Para visitar su bodega, aprender el proceso y degustar sus etiquetas, es necesario enviar un mensaje directo en su perfil de IG: @vinosbarrigones.
Termina tu recorrido en la capital queretana, cuyo Centro Histórico es considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Aquí, la recomendación es hospedarse en Tá Hotel de Diseño (tahotel.mx), que combina un estilo contemporáneo con el patrimonio histórico del centro. Situado frente al Jardín Guerrero, muy cerca de monumentos, museos y galerías de arte, tiene una alberca y una terraza panorámica para relajarte al atardecer, mientras haces un recuento de las historias y sabores que descubriste durante este viaje culinario.