Crédito: Shutterstock
El centro de México brilla con hermosos pueblos y ciudades que ofrecen un sinfín de opciones para los visitantes. León, Guanajuato, San Miguel de Allende y Atotonilco son las paradas de esta ruta en la que no faltan las joyas arquitectónicas, los hermosos callejones, la música, las artesanías y las más novedosas propuestas gastronómicas y enológicas.
Lleno de cultura e identidad, el Centro Histórico de la Ciudad de México es considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO ya que guarda entre sus calles el pasado colonial.
Crédito: Shutterstock
A tan sólo 40 minutos del Aeropuerto Internacional del Bajío, el centro histórico de León te recibirá con una plaza arbolada, un quiosco cuya construcción se remonta a 1892 y muchos locales con la mejor bebida refrescante: la cebadina, realizada con jamaica, cebada y un toque de bicarbonato. También en el centro encontrarás el bellísimo Templo Expiatorio del Sagrado Corazón de Jesús, que inició su construcción en 1921 con un estilo neogótico. De ahí te sugerimos caminar al Arco Triunfal de la Calzada de los Héroes, coronado con una escultura de un león de bronce, considerado uno de los máximos símbolos de la ciudad.
La visita a la ciudad continúa en el Forum Cultural Guanajuato, donde se encuentra el Museo de Arte e Historia de Guanajuato (mahg), que tiene como función la investigación, conservación y difusión del patrimonio cultural. Finalmente, camina a Zona Piel para acercarte a la famosa industria peletera de la ciudad, en donde podrás comprar todo tipo de productos de piel a precios increíbles, además de probar un poco de la gastronomía local.
Cuando el hambre apremie, te recomendamos una deliciosa guacamaya, un platillo típico leonés que no puedes dejar de probar; se trata de un bolillo crujiente que se abre de un lado para rellenarse con chicharrón y aguacate, y además puede llevar tacos dorados de papa o queso, humedecidos por una salsa picosita a elegir y unas gotas de limón y sal.
Humberto Peraza Ojeda fue el escultor que le dió vida a este monumento considerado uno de los símbolos que más identifican a León, Guanajuato.
Crédito: Shutterstock
La bella capital guanajuatense, a tan sólo una hora de León, es la segunda parada de este recorrido. Patrimonio Cultural de la Humanidad desde 1988, es considerada por muchos como la ciudad más hermosa de México, con plazas, callejones, pasadizos y sitios históricos que te harán sentir en un set de película. Si bien es reconocida por ser la sede del Festival Internacional Cervantino en el mes de octubre desde hace 50 años, Guanajuato tiene mucho que ofrecer a todos los visitantes en cualquier temporada del año.
Inicia tu recorrido en el Teatro Juárez, una joya arquitectónica del porfiriato cuyo exterior neoclásico contrasta con su interior ecléctico, en el que se encuentra una bella sala de espectáculos estilo mudéjar y un salón fumador art nouveau. Para continuar, te sugerimos tomar el funicular, que tiene un costo aproximado de 30 pesos, desde donde podrás disfrutar una vista panorámica de toda la ciudad.
Al bajar, piérdete entre sus calles, callejones y túneles —construidos debido a las constantes inundaciones que sufría la ciudad cuando crecían los ríos circundantes— y explora sus sitios más emblemáticos, como el Callejón del Beso, además de sus múltiples leyendas, como la de las Momias de Guanajuato, la Llorona, y el Callejón de la Condesa. Puedes hacerlo a través de un recorrido guiado o por tu cuenta. Para cerrar el paseo con broche de oro, no te pierdas de una callejoneada acompañada de la música y el baile de una tradicional estudiantina.
Para disfrutar de su increíble gastronomía te recomendamos ir a La Notaría, un hotelito con restaurante y un hermoso rooftop en el centro de la ciudad, o bien al Hotel Grand Casa Colorada, cuya terraza es el lugar ideal para acabar el día. No olvides probar las enchiladas mineras, las flautas y los dulces tradicionales: jamoncillos, cocadas, charamuscas de coco y cacahuate en forma de momia.
En las afueras de la ciudad, dos paseos son imperdibles. El primero es el Museo Ex-Hacienda San Gabriel de Barrera, una hermosa edificación del siglo xvii con un total de 17 jardines por los que puedes pasear con tranquilidad. El segundo es Camino de Vinos, uno de los viñedos más hermosos de Guanajuato, ideal para realizar distintas experiencias de catas.
Cocina de fuego con leña de mezquite y hortalizas cultivadas en el lugar te esperan en este restaurante en medio de un idílico paisaje verde.
De acuerdo con el Readers’ Choice Awards 2022, San Miguel de Allende es la mejor ciudad del mundo y basta una visita para entender por qué. Además del innegable encanto de sus calles empedradas enmarcadas por coloridas casonas con balcones de herrería, San Miguel tiene una enorme oferta cultural y una industria de hospitalidad de primer nivel.
Consiente tu paladar en el restaurante Atrio y disfruta de una de las vistas más hermosas del centro de la ciudad. Crédito: Javier Azuara.
Tan sólo una hora y media separa a Guanajuato de San Miguel. Al llegar, te sugerimos iniciar la visita en su icónica parroquia de San Miguel Arcángel, cuya fachada neogótica fue construida tratando de emular el perfil de la catedral alemana de Colonia, utilizando cantera rosa extraída del extinto volcán de Palo Huérfano. Disfruta de un tranquilo paseo por el Jardín Juárez y sus alrededores, en donde sobran tiendas de artesanías, arte, diseño y moda. También te encontrarás con restaurantes con terrazas que ofrecen vistas encantadoras de la ciudad, como Atrio San Miguel, o con hermosos patios interiores como Rústica. Durante tu recorrido por el centro de la ciudad, no dejes de hacer una parada en el Centro Cultural Ignacio Ramírez “El Nigromante”, el cual resguarda murales creados por artistas como Pedro Martínez, Eleonor Cohen y David Alfaro Siqueiros, quien dejó inconcluso el mural titulado Vida y obra del Generalísimo Don Ignacio de Allende.
Tan encantadora como la ciudad que la vio nacer, esta icónica construcción neogótica es parada obligada de todo viajero. Crédito: Jordana BTP.
Un espacio que no debes perderte es la Fábrica La Aurora, un centro de arte y diseño con propuestas novedosas, ubicado en una antigua fábrica textil. Además, no te vayas de la zona sin visitar el Charco del Ingenio, un jardín botánico y reserva natural extraordinario, con una de las colecciones más completas del mundo de cactáceas y suculentas mexicanas. Este especial paraje natural fue consagrado como “Zona de Paz” por el Dalai Lama durante su visita a México en el 2004.
Ya sea que busques hacer compras o sólo echar un ojo, aquí encontrarás muebles, artesanías, textiles, joyas, arte y mucho más. Crédito: Cortesía Fábrica La Aurora.
La última parada del viaje es Atotonilco, una pequeña localidad a sólo 20 minutos de San Miguel. Su Santuario de Jesús Nazareno es uno de los ejemplos más interesantes de pintura mural en nuestro país, muestra del arte tequitqui que conjuga estilos y temas importados de Europa con mano de obra y motivos indígenas. Además, fue el sitio en donde el cura Miguel Hidalgo tomó el estandarte de la Virgen de Guadalupe para convertirlo en la insignia del movimiento insurgente, considerada por muchos como la primera bandera mexicana. Aprovecha la visita para comer en Mamma Mia Campestre, un restaurante inmerso en un bosque de mezquites con gran música de fondo. Y por último, para descubrir una de las mejores paradas de las rutas del vino, te recomendamos Cuna de Tierra, la primera vinícola de Guanajuato.
A unos minutos del centro histórico de San Miguel de Allende, esta reserva natural es el sitio ideal para un tranquilo y disfrutable paseo. Crédito: Cortesía Charco del Ingenio.
Con un clima agradable todo el año, Guanajuato es, sin duda, un lugar de ensueño para tus siguientes vacaciones. No importa si vas por primera vez o si eres un asiduo visitante, en cada viaje hay nuevos tesoros por descubrir.
Las ciudades de Guanajuato se disfrutan mejor a pie, con el paso tranquilo y la mirada atenta para apreciar el encanto de cada calle y rincón.