Crédito: Cortesía Siembra Comedor.
Cuando hay poco tiempo para visitar la Ciudad de México, Siembra Comedor y Tortillería es una de las mejores opciones para los viajeros. El motivo es simple, pero poderoso: aquí hay maíz de verdad, los sabores son honestos y todos los procesos ocurren en casa.
En Siembra Comedor y Tortillería, los granos criollos —rosas, rojos, morados, azules, negros, blancos, amarillos— llegados de Tlaxcala se nixtamalizan y se transforman en masas que dan vida al universo del maíz: tortillas, tetelas, tamales, tlacoyos, sopes, huaraches, atoles, tostadas y totopos.
Estas maravillas se combinan con ingredientes de origen local para lograr platillos accesibles, sabrosos y reales, sin parafernalias innecesarias. La precisión de los sabores rústicos es resultado del dominio de técnicas actuales y ancestrales, donde el carbón, la brasa, el comal y el molcajete son indispensables para preparar un buen sope de escamoles, unos molotes de plátano con mole negro o una salsa picosita que acompañe la pesca del día. Y qué decir de sus tamales salados y dulces: de mole, de hongos, de chocolate, guayaba o higo: siempre enamoran e invitan a llevarse algunos de itacate.
El lugar también es una evocación al paisaje del centro de México: piedra volcánica, oloteras de formas caprichosas, luminarias de totomoxtle y materiales como el ixtle y el barro forman parte de la experiencia en la mesa, siempre acogedora, cálida y comprometida con la trazabilidad, la sustentabilidad y el talento de las manos mexicanas.
Los platillos de Siembra son muestra de una creatividad que refresca la tradición mexicana con un enfoque contemporáneo y sostenible. Crédito: Cortesía Siembra Comedor.
Siembra Comedor y Tortillería es el sueño culinario de Karina Mejía e Israel Montero, dos apasionados cocineros que apostaron por colocar al maíz y a la milpa en el centro de su propuesta, la cual tiene a la biodiversidad y al comercio justo como dos de sus pilares.