Este proyecto, que comenzó como un hotel boutique en la sierra oaxaqueña, se ha convertido también en una marca de productos que destacan por la sustentabilidad y el respeto a la naturaleza.
Pueblo del Sol comenzó con un sueño: Ezequiel Ayarza quería crear un proyecto que pudiera integrar y generar desarrollo en las comunidades indígenas de Oaxaca. Comenzó por construir un hotel boutique en la sierra, a una hora de Puerto Escondido, pero se dio cuenta de que había más por hacer y se enfocó en crear, de la mano de la comunidad que lo acogió, una gama de productos anclados en conocimientos ancestrales.
Este proyecto está comprometido con el desarrollo social, humano y económico de la región, la enseñanza de nuevos oficios, el derecho a un trabajo digno y la conservación del ecosistema. Entre plantaciones orgánicas de café, cacao y vainilla y bajo valores como la prosperidad y el amor, Pueblo del Sol presenta su línea de cosmética con ingredientes naturales, libres de crueldad, elaborados por manos oaxaqueñas en un esquema de comercio justo y sustentabilidad.
Café, miel, cacao y aceites naturales se transforman en jabones, acondicionadores, bálsamos labiales, procurando la conexión con las bondades de la tierra y prodigando infinidad de beneficios. Este proyecto también ha logrado resguardar las costumbres y las raíces de la comunidad a través de la fabricación de hermosos objetos de cerámica.
Regálate un respiro: pueblodelsol.com.
La línea de productos de Pueblo del Sol forma parte de una iniciativa para desarrollar de manera sustentable la economía y la cultura de la sierra oaxaqueña. Crédito: Cortesía Pueblo del Sol.