Crédito: Cortesía Rosita de Borracho.
¿Quieres conocer proyectos familiares que cuidan los magueyes silvestres, pero sobre todo a las personas y el territorio? Paisaje, sabor y comunidad se unen en estas recomendaciones mezcaleras oaxaqueñas, alternas a las rutas más conocidas en el estado. Además de probar destilados excepcionales, conocerás entornos naturales diversos y a quienes los cuidan.
En Oaxaca hay proyectos éticos y locales que además de hacer destilados, cuidan el maguey como parte de un ecosistema cultural. Crédito: Cortesía Rosita de Borracho.
México es un país magueyero: de 210 especies que existen en el mundo, 160 están en territorio nacional y 130 de ellas son endémicas, según Abisaí García, curador de la Colección Nacional de Agaváceas y Nolináceas del Instituto de Biología de la UNAM y especialista en el tema. Oaxaca es clave para entender esta riqueza, ya que sus agaves representan el 25% del total registrado para nuestro país, por ende, es el lugar con mayor diversidad. Ahí existen 24 especies: 11 son endémicas, 12 se comparten con Puebla y una más con Chiapas.
Especies de agave como la americana, angustifolia, convalis, cupreata, karwiinskii, potatorum, marmorata, seemanniana y, en épocas recientes, megalodonta y nuusaviorum, entre otras, son las más aprovechadas para elaborar esta bebida espirituosa. En la actualidad, sin embargo, hay graves amenazas para su sobrevivencia debido a la tala de la selva baja caducifolia, la siembra de monocultivos en las zonas podadas y la demanda comercial desmedida de las variedades silvestres para el destilado.
Las grandes compañías mezcaleras requieren millones de plantas al mes y sus modelos distan de ser sustentables. Los proyectos éticos y locales, en cambio, saben que el maguey, además de servir para elaborar destilados, es parte de un ecosistema cultural más profundo que las lógicas comerciales. Al no ser opciones turísticas masivas, reserva con anticipación para ir a conocer estas recomendaciones.
Cuish es una sociedad de productores rurales que difunden la diversidad de agaves de Oaxaca y buscan el reconocimiento de maestros y maestras mezcaleras. Crédito: Cortesía Cuish.
Difusión, conservación ambiental y colectividad son los pilares de esta iniciativa. Si bien nació en 2018 y se constituyó como asociación civil en 2023, tiene un legado de varias generaciones. La familia Ángeles Carreño, de Real Minero, decidió bautizarlo así para honrar la memoria de Lorenzo Ángeles Mendoza, fundador de esta casa productora de mezcal icónica por sus procesos y filosofía. Lorenzo fue un coleccionista asiduo de magueyes mezcaleros en Santa Catarina Minas, población a casi una hora de la capital del estado, donde, históricamente, se han cosechado estas plantas.
El enfoque de LAM es muy completo e integral: cuidan el entorno, reciclan residuos, elaboran compostas y tienen un manejo ecológico sin agrotóxicos, además de que llevan registros minuciosos de experimentación, observación y aplicación. Graciela, hija de Lorenzo y coordinadora del equipo Real Minero, explica que el proyecto busca, ante todo, generar información para luego compartirla, a fin de hacer democrático el conocimiento.
Los ejes de acción de Proyecto LAM son su jardín etnobotánico, con más de una decena de especies; su vivero para crecimiento, reproducción y germinación de plantas; y su banco de semillas de agave, donde además integran granos de maíz, frijol, calabaza y chiles nativos. También tienen plantas medicinales y con ellas elaboran una línea de destilados llamada La Mezcalillera.
Todo esto conforma un laboratorio vivo que puede visitarse y favorece el seguimiento y la observación directa de procesos e interacciones de la fauna y flora con el medio ambiente. Se busca comunicar que, ante todo, hay un proceso de evolución conjunta entre el maguey y las personas, además de que se le da valor al vocabulario y saberes locales al mismo nivel que a la investigación científica.
Proyecto LAM es una suma de saberes y voluntades: Matías Domínguez-Laso, biólogo e investigador, es asesor del mismo; Edgar, uno de los hermanos de Graciela, es el encargado del palenque y la elaboración mezcalera; y Miriam y Adriana, sus hermanas, están involucradas en más de una actividad, conformando un equipo que también tiene perspectiva de género.
Cada año tienen ediciones especiales de botellas en pro de la recaudación de fondos para continuar su existencia. Este 2024, el tema son las espinas magueyeras. También realizan eventos especiales como la Noche de murciélagos, que junto con las polillas son los polinizadores agaveros nocturnos por excelencia.
Más información y reservaciones: [email protected] y al teléfono (55) 8806 4601.
En un ciclo respetuoso con el ecosistema, los agaves crecen en campos llenos de biodiversidad, junto a hierbas y árboles que promueven la polinización. Crédito: Shutterstock.
Eduardo Ángeles Carreño es otro de los hijos de Lorenzo Ángeles Mendoza y tiene su proyecto personal en Santa Catarina Minas. Él considera que la palabra “mezcal” ya se ha usado tanto en contextos ajenos, que prefiere nombrarlo como alcohol de maguey, como un mensaje de resistencia y rebeldía.
Para compartir información sobre el tema, hace difusión y recorridos en su palenque y en los cultivos. Lalo opina que esta bebida es para quienes ya la pueden apreciar con decisión y desea que se entienda que el origen e identidad central de esta bebida espirituosa son las familias campesinas.
Con él y su equipo verás cómo se hace este destilado en ollas de barro y probarás el resultado del trabajo con magueyes silvestres. Ahí se conservan tradiciones que contribuyen a la economía local: barro, machetes, cuchillas y barretas para el cultivo y cosecha, y hasta tinas de fermentación, petates y cazos de cobre para la destilación, que son parte de una misma cadena de productores de este terruño.
Más información y reservaciones: [email protected] y al teléfono (951) 124 5363.
Los mezcales de Oaxaca tienen diferentes notas: un sutil ahumado, miel de agave, cítricos, hierbas o frutas, todo depende de su origen y proceso de elaboración. Crédito: Shutterstock.
Para Samuel Velasco, fundador de este proyecto que nació en noviembre de 2021, ser del estado donde hay mayor biodiversidad de magueyes en México es una gran responsabilidad, pues el mezcal es una bebida que si bien ha tenido al menos una década de mediatización y bonanza para ciertos intereses, son pocas las personas a las que se ha visibilizado o que han obtenido esos beneficios, y son muchos menos quienes conservan el entorno y las comunidades.
Rosita de Borracho busca educar, compartir y “curar el alma”. Por ello, Samuel y su equipo construyen vínculos con las familias y procuran alejarse de la romantización del discurso del comercio justo porque, para ellos, pesan más las acciones a nivel ecológico, biológico y social.
Samuel también realiza recorridos a los proyectos de Real Minero y Lalocura, así como a otros menos conocidos, entre ellos Cruz de Diamante, en Sola de Vega, donde se trabaja con manejo agroforestal; Ixcateco, en Santa María Ixcatlán, con sus proyectos de conservación de su lengua originaria; Rural, en Santa María Velató, donde desarrollan temas como la retención de agua y la conservación de árboles nativos, y República agavera, en San Isidro Tapanala, con un manejo de sistema agroforestal.
Podría pensarse que la sostenibilidad en el mezcal solo tiene que ver con sembrar magueyes, pero no es así, ya que, como Samuel comenta, hay temas más importantes como el agua, el reciclaje y hasta la leña, además de otros impactos ambientales, positivos y negativos, a causa del auge comercial y turístico.
Más información: [email protected] y al teléfono (951) 119 7048.
La cadena de la tradición: productores locales unidos por la pasión del mezcal, desde la cosecha hasta la destilación. Crédito: Shutterstock.
Cuish es un proyecto pionero en la difusión de la diversidad de agaves de Oaxaca y sus regiones. Pero el camino para esta sociedad de productores rurales, que cumple 15 años en 2024, ha sido todo menos fácil. Desde su génesis ha pugnado por el reconocimiento de los maestros y las maestras mezcaleras, así como por la difusión de estos temas al público en general. Sus diferentes espacios reúnen a las personas interesadas en temas mezcaleros con catas, encuentros y más.
Félix Hernández Monterroza y su equipo trabajan con al menos 12 familias, como las de Francisco García y Berta Vásquez. Además de sus locales, pensados para las saboreadas y la venta de botellas, pueden recibirte en su palenque familiar en Santiago Matatlán (cita indispensable) para aprender y conversar.
IG @mezcalescuish
Información: [email protected] y al teléfono (951) 350 7550
Un trago de cultura: los mezcales oaxaqueños, una expresión de la riqueza gastronómica mexicana. Crédito: Shutterstock.
Si quieres probar mezcales en tu próximo viaje a Oaxaca, date la oportunidad de conocer y apoyar proyectos con identidad propia que buscan conservar los ecosistemas que hacen posible la existencia de esta bebida que va más allá de las lógicas comerciales y la homologación.