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A 75 km al sureste de La Habana se esconde uno de los secretos más verdes y mejor guardados de Cuba: Las Terrazas, un centro ecológico y cultural enclavado en la Reserva de la Biósfera Sierra del Rosario, en la provincia de Artemisa. Se trata de una comunidad rural de desarrollo sostenible a orillas del río San Juan, dentro de un bosque tropical siempre verde. Un auténtico edén de 5,000 hectáreas entre montañas colmadas de aves como el tocororo, bobito chico, sinsonte y cartacuba, especies endémicas del occidente de Cuba.
“¡Es un lugar maravilloso! y uno de los preferidos de quienes vivimos en La Habana. La principal atracción es el paisaje: no hay más que naturaleza y tranquilidad ahí”, cuenta Joel Aparicio, guía local para la plataforma en línea de visitas y excursiones Civitatis.
Las familias locales suelen ir a Las Terrazas los fines de semana a disfrutar de un asado, pero también acuden porque el lugar ofrece la oportunidad de caminar por espectaculares senderos que conducen a pozas y cascadas de agua cristalina, o que corren paralelos al río San Juan, en el que cualquiera puede darse un baño. Así que toma nota, porque hay que ir preparado para vivir una aventura al natural.
A un kilómetro y medio de la Puerta de las Delicias, dentro de Las Terrazas, se ubica el Cafetal Buenavista, construido en 1801 por inmigrantes franceses provenientes de Haití y considerado el primer cafetal de Cuba. Aunque ya no se cosecha café, conserva varias estructuras que lo convierten en atracción turística. Lo que solía ser la casona principal de la finca, por ejemplo, ahora es un restaurante en el que se puede degustar la gastronomía regional. También hay un mirador que regala una envidiable postal de las verdes montañas de esta antigua zona cafetalera.
Si bien el tiempo se estaba encargando de dejar este rincón en el olvido, luego de una ardua restauración se le devolvió su esplendor original para contar parte del origen de las haciendas cafetaleras cubanas. Aún puede verse una enorme tahona, una suerte de molino de piedra que se utilizaba para separar el grano de café de las cáscaras, así como la estancia donde se secaba el café y los barracones donde se confinaba a los esclavos que se encargaban de todo el proceso.
Las Terrazas, Cuba, forma parte de la Reserva de la Biosfera Sierra del Rosario. A 75 kilómetros de La Habana, es una escapada perfecta. Crédito: Shutterstock.
Una excursión guiada, como la que ofrece la plataforma Civitatis, permite visitar la casa del cantante y compositor Polo Montañez, figura destacada de la música guajira cubana y reconocida a nivel internacional. Se cuenta que al morir a los 47 años a causa de un accidente automovilístico, ya contaba con más de 70 temas de su autoría, aunque “Un montón de estrellas”, “Un sueño y nada más” o “Si se enamora de mí” son las principales canciones por las que se le recuerda.
El recorrido continúa en Soroa, otra comunidad cercana que atrae al turismo por El Salto, una melodiosa cascada de 22 metros de altura, lo que la convierte en una de las más grandes de Cuba. Nadie puede eludir la invitación a refrescarse apenas se pone un pie en este lugar, así que no olvides llevar el traje de baño.
Otro de los atractivos cercanos es un orquideario con más de 20,000 ejemplares de 800 especies distintas provenientes de todo el planeta. La última etapa de este recorrido se hace en el Castillo de las Nubes, una construcción de piedra —con un curioso guiño al estilo medieval— con un hotel y un restaurante al que se suele llegar, sobre todo, para apreciar el paisaje circundante.
No hay que olvidar el traje de baño, pues las caminatas en Las Terrazas conducen a pozas y cascadas de agua cristalina que corren paralelas al río San Juan. Crédito: Shutterstock.
La opción más usual para conocer Las Terrazas en a través de una excursión de ida y vuelta desde la capital cubana. Sin embargo, si eres amante de la naturaleza, considera quedarte a dormir una o dos noches, para gozar al máximo del amanecer y del atardecer en esta zona, acompañado por los sonidos propios de la sierra.