De todas las casas de Troncones, Lo Sereno Casa de Playa es una de las más queridas, tanto por los locales como por los viajeros, pues representa a la perfección la hospitalidad relajada, atenta y auténtica de este rincón del Pacífico.

La casa es elegantemente sencilla y acogedora, con jardines interiores, una alberca que mira a la playa, camastros y tumbonas bajo las palmeras y habitaciones diseñadas para conectar con la calma: colores neutros, materiales naturales y espacios amplios. Todo te hace sentir cómodo y relajado, incluso el suelo liso y fresco permite estar descalzo desde el primer instante, en contacto con la Tierra y con uno mismo. 

En sus espacios fluyen con suavidad la luz y la brisa del mar; la música, cuidadosamente elegida, acompaña el paso del día, cambiando de ritmo y de estilo sin opacar el sonido de las olas. Este sutil equilibrio también se percibe en la comida, hay mariscos y pescados frescos, pero también hay pastas y ensaladas, cocteles interesantes y buenas opciones de vinos. Todo está orquestado por un staff pequeño, amable y siempre atento a lo que necesites, sin invadir tu descanso. 

Esta casa a pie de la playa está protegida por un cerro cuya vegetación cambia de color a lo largo del año. La paleta sepia y ocre de la temporada de secas se transforma en un popurrí de tonos verdes durante las lluvias. Este paisaje acogedor hace que en Lo Sereno se pueda descansar con el canto de los grillos, bajo un cielo lleno de estrellas y envuelto por el arrullo del mar. 

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