A media hora de Morelia, en San Jerónimo Purenchécuaro, se encuentra el comedor de Rosalba Morales Bartolo, maestra de maestras y exponente de la diversidad alimentaria de Michoacán.
Rosalba Morales Bartolo es un ejemplo vivo de que la cocina se sazona más allá de los fogones y las mesas: esta implica territorio, identidad, herencia, migraciones, cambios, imposibilidades y aprendizajes.
Rosy, como le dicen de cariño, aprendió a guisar desde niña con Aurora Bartolo, su madre. Gabino Guadalupe Morales, su padre, era pescador: eso también la formó. Antes no hablaba español, su lengua natal es el purépecha; tampoco se comunicaba en inglés cuando cruzó la frontera. Estuvo en Estados Unidos y Canadá ganándose el sustento en trabajos agrícolas y restaurantes, hasta que decidió volver a su terruño.
El comedor de Rosalba Morales tiene 18 años de historia, no hay una carta fija y debe reservarse con antelación. Las especialidades son las de la temporada, se elaboran con productos del patio, el mercado y el lago, y con lo que se aprendió de las tradiciones comunitarias y se transformó con la creatividad individual.
Es un placer comerte unos tacos con sus charales crujientes, frescos, suficientemente salados y dorados con leña de encino, acompañados de alguna de sus salsas con chile manzano y frutas como la pitahaya. Otro de sus manjares es la jahuácata de frijol con mole de queso, un tamal delicado que también lleva chile negro. Uno más es la trucha a la Purenchécuaro, el platillo familiar con el cual Rosalba ganó el Encuentro de Cocineras Tradicionales de Michoacán en 2010 en la categoría Rescate.
En el comedor de Rosalba, a media hora de Morelia, el menú lo dictan, desde hace 18 años, las temporadas, las tradiciones y la creatividad individual. Crédito: Noemí Díaz.
Viaja a Morelia y prueba la cocina de la maestra Rosalba en San Jerónimo Purenchécuaro: Benito Juárez S/N esquina Matamoros. En Google Maps, búscalo como “Cocina de Rosalba”. IG @rosalba_morales_bartolo