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Crédito: Cortesía Bárbaro Asador de Campo. 

Sabores y experiencias

Campo, cocina y conciencia: el encanto de Bárbaro

Por Margot Castañeda

Un encuentro entre comida rica, conciencia ambiental y la ligereza que produce un día de campo bajo el cielo queretano: así es Bárbaro.

Un sendero de enredaderas te conduce al amplio y luminoso patio de Bárbaro Asador de

Campo, un espacio que redefine el pícnic con una elegancia sutil. Lejos del ruido citadino, inmerso en la serenidad de los viñedos, el huerto y los jardines, el olor de la comida a la leña te envuelve en un ambiente donde el tiempo se ralentiza y te promete una pausa perfecta para pasar el domingo en familia.

Asado y bien acompañado

Cada segundo de los 25 minutos del viaje desde Querétaro hasta Rancho El Oporto valdrán la pena una vez que pruebes la barbacoa de puerco, el platillo insignia de Bárbaro Asador de Campo. La carne es jugosa, tan suavecita que se desprende del hueso con un leve jalón de la tortilla caliente, pero a la vez es sustanciosa, con un sabor profundo y levemente ahumado gracias a la leña que avivó el fuego del horno donde se coció este manjar durante más de 12 horas.

A la mesa llegará una mezcla de pork belly, papada, chamorro, maciza y lo que pidas (desde la nariz hasta la colita). La recomendación es campechanear el taco con partes magras y grasosas de la carne y condimentarlo muy poco, para no restarle potencia al sabor de ese chanchito horneado en las entrañas de la tierra. 

Como guarnición de esta ambrosía hay tortillas hechas a mano con maíces criollos de diferentes colores y partes de México, chicharrón, chorizo, ensalada fresca de nopales y unos frijoles puercos cocinados con la misma grasita que la carne soltó durante su cocción lenta. 

En los mismos hornos subterráneos se ahúman los jitomates envueltos en pencas de maguey, para luego dar vida a la sopa de jitomate ahumado que se sirve con una base de quesos queretanos, verduras frescas y tocino, un equilibrio muy interesante entre el umami de los jitomates y el tocino con la suavidad de los lácteos. La experiencia se enriquece con los elotes asados, cubiertos de alioli casero y empanizados en queso Cotija y ceniza de chiles tatemados; la cazuela de vegetales con quinoa y lentejas, y las costillitas ahumadas que reflejan la pura esencia de este asador de campo.

Bárbaro es una fiel expresión del kilómetro cero: su propuesta comienza en su propio huerto, donde se practica la agricultura biointensiva y sustentable. Crédito: Cortesía Bárbaro Asador de Campo. 

Maridajes que dan gusto

La rica tradición vinícola y quesera de Querétaro alcanza nuevas alturas en este restaurante, cobijado por el viñedo de Vinos Barrigones, la empresa hermana que produce vinos naturales, y la destilería de la casa de donde surgen whisky, ginebra de maíz, brandy, sidra artesanal y licores de frutas del huerto. 

IG @vinosbarrigones

Gracias a estos vinos y destilados artesanales, la carta de coctelería y los maridajes de Bárbaro son muy propositivos, una verdadera invitación a brindar por la oportunidad de un día de campo bajo la sombra de los árboles en un día cálido, con la mesa llena y la atención lejos de las pantallas.

El campo en la mesa

Más que un restaurante al aire libre, Bárbaro es una fiel expresión del kilómetro cero, pues su propuesta comienza en su propio huerto —tal vez sería más adecuado decir que el huerto tiene su propio restaurante—; aquí se practica la agricultura biointensiva y sustentable, por eso saben exactamente cómo se nutrió y se desarrolló cada uno de los productos que llegan a la mesa, incluyendo los animales de la granja. Esto no solo garantiza la frescura y calidad de los alimentos, sino que también apoya a las economías locales y minimiza el impacto ambiental, creando una experiencia sabrosa arraigada en el entorno y la comunidad. 

El compromiso de Bárbaro va más allá de la cocina: en 2023 instalaron 25 paneles solares para que gran parte de su operación funcione con energía renovable y constantemente plantan árboles para mejorar la calidad de los suelos y el aire y reducir el efecto invernadero (por algo fue galardonado con el premio México Gastronómico de Sustentabilidad 2024).

Bárbaro también es un lugar para quienes buscan hacer una pausa relajada o empaparse de la cultura agroalimentaria de la región. Se vale venir solo a probar el vino en una cata o degustación en la terraza con vista al viñedo, tomar un tour de pulque y barbacoa (que te involucra en la elaboración de esta delicia), cosechar tus propios vegetales o disfrutar de cualquiera de las experiencias ecoturísticas, vinícolas y culinarias. 

La serenidad de los viñedos, el huerto y los jardines, junto con el olor de la comida a la leña, hacen de Bárbaro el lugar perfecto para pasar el domingo en familia. Crédito: Cortesía Bárbaro Asador de Campo. 

Bárbaro Asador de Campo es un testimonio de cómo la cocina puede ser un puente entre lo natural y lo moderno. Aquí la pasión por la comida se encuentra con el respeto por la tierra y la promesa es simple, pero poderosa: barriga llena, corazón contento y espíritu renovado.

IG: @barbaroasador

Visita Bárbaro Asador a través de nuestras rutas a Querétaro:

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