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¿Te imaginas cómo sería un restaurante que no usa botes de basura? En Baldío, ubicado en la Condesa, este concepto se hace realidad al aprovechar al máximo cada ingrediente. Nace como una colaboración entre el proyecto agroecológico Arca Tierra y Silo Londres, conocido como el primer restaurante cero desperdicio en el mundo.
La creatividad es lo que permite al equipo culinario transformar lo que típicamente se descarta en algo valioso y delicioso. Eliminar el plástico de un solo uso es fundamental en toda su operación, y esto es posible gracias al trabajo colaborativo con sus proveedores y staff. Con un menú digital, comandas escritas en placas de vidrio reciclado y un sistema de captación de agua pluvial, Baldío demuestra que la innovación y la tradición pueden fusionarse para crear un proyecto gastronómico sostenible.
En la Ciudad de México se desperdician casi 13,000 toneladas de alimentos al día, y el sector restaurantero es uno de los mayores contribuyentes a este problema. Baldío se propone ser un referente en México al reducir los desperdicios del restaurante del típico 30% al 3%. Para lograrlo y sostenerlo a largo plazo, busca optimizar sus recursos, minimizar el desperdicio y establecer relaciones directas con proveedores locales. Su modelo de negocio se encamina a demostrar que es posible ser rentable mientras se adoptan prácticas que respetan y regeneran el medio ambiente.
“Nuestro menú se basa en lo que la naturaleza ofrece, adaptándose a las estaciones, el clima y el suelo para resaltar la biodiversidad, las tradiciones y la cultura de México”, señala Lucio Usobiaga, cofundador de este restaurante cero desperdicio. Crédito: Cortesía Baldío.
Para Douglas McMaster, chef de Silo y socio de Baldío, “el desperdicio, en esencia, es una creación humana, un subproducto de nuestra desconexión con los recursos que utilizamos. En el mundo culinario, esta percepción del desperdicio representa tanto un desafío como una oportunidad”.
Este es el sistema bajo el cual opera Baldío: utilizan distintas técnicas de fermentación para inspirar nuevos sabores a partir de lo que de otro modo sería desperdicio y, al reutilizar restos de verduras, pan duro o hierbas no usadas, crean ingredientes únicos que realzan el sabor de los platillos y reducen el impacto ambiental.
Baldío busca ser una parte activa en la regeneración de la naturaleza al colaborar con proyectos que, a través de prácticas agroecológicas, logran mejorar la salud del suelo, apoyando la biodiversidad y reduciendo la dependencia de recursos no renovables.
De acuerdo con Lucio Usobiaga, fundador de Arca Tierra y socio de Baldío, “nuestra colaboración es lo que nos permite crear juntos un sistema de cero desperdicio, convirtiendo a Baldío en un proyecto impulsado por la comunidad. Nuestro menú se basa en lo que la naturaleza ofrece, adaptándose constantemente a las estaciones, el clima y el suelo para resaltar la biodiversidad, tradiciones y cultura de México”.
Todas las frutas y verduras, cereales, legumbres y proteínas animales, entre otros insumos que utiliza Baldío, provienen de la red agroecológica de Arca Tierra, basada en las chinampas de Xochimilco. La consistencia de los sabores se logra a través de una planificación meticulosa y la flexibilidad en el diseño del menú. Para ello, el equipo culinario trabaja estrechamente con más de 40 familias campesinas para anticipar las variaciones estacionales y adaptar las recetas en consecuencia.
Para su programa de bebidas, colaboran con aliados como Monstruo de Agua, Cava Garambullo, Tierra de Peña y Mezotera para ofrecer cervezas, vinos naturales y destilados mexicanos cuyos métodos de producción y técnicas de cultivo restauran y mejoran el ecosistema en lugar de agotarlo.
Asimismo, tienen una importante producción de fermentos y bebidas en casa donde aprovechan al máximo cada ingrediente que reciben, ya sea en la creación de cocteles o en la elaboración de infusiones y conservas. Por ejemplo, al crear un coctel con calabaza, utilizan la cáscara para extraer aromas, las semillas para añadir acidez y la pulpa para dar textura. Además, reducen el uso de hielo mediante la preparación de bebidas en barriles, lo que mejora la consistencia y reduce el desperdicio de agua.
Baldío es una colaboración entre el proyecto agroecológico Arca Tierra y Silo Londres; para lograr sus objetivos, adoptan prácticas que, desde el campo hasta la mesa, respetan y regeneran el medio ambiente. Crédito: Cortesía Baldío.
La riqueza cultural de la cocina mexicana inspira a Baldío a crear platos que reflejan este legado al tiempo que impulsa la innovación culinaria. Al final, no solo buscan servir comida, sino contar las historias de la tierra y su gente mientras celebran la increíble biodiversidad que México tiene para ofrecer.