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Hace medio siglo, cuando se pensaba en una playa mexicana, automáticamente venía a la mente una palabra: Acapulco. Este destino clásico poco a poco fue sucedido por lugares como Cancún o Puerto Vallarta. Sin embargo, las playas de la zona Diamante renuevan la oferta vacacional de Acapulco gracias a la cercanía, la seguridad y la diversión. Sin importar cuál sea tu plan: familiar, de pareja o con amigos, te invitamos a reencontrarte con las playas acapulqueñas.
Rodeado de montañas y playas de aguas turquesa, Acapulco es un destino lleno de encanto tropical. Crédito: Shutterstock
La bahía principal de Acapulco vivió un boom que se apagó hacia finales de los años noventa, por lo que los gobiernos federal y estatal empezaron a desarrollar nuevas opciones en lo que originalmente se conocía como Punta Diamante, un enclave paradisiaco ubicado al sur de la bahía de Acapulco.
Acapulco Diamante comienza en la carretera Escénica, a la altura de Las Brisas, pasa por Puerto Marqués y se extiende hasta la playa de Barra Vieja. A tan solo cinco kilómetros del Aeropuerto Internacional de Acapulco, brinda accesibilidad y comodidad a los viajeros mientras fusiona la rica herencia de la región con instalaciones contemporáneas y uno de los mayores aforos de alojamiento del país.
Tiene una de las ofertas de hospedaje más diversas del país: entre ellas, el hermoso y exclusivo Banyan Tree en Cabo Marqués. Crédito: Cortesía Banyan Tree.
En las playas de Acapulco Diamante se encuentran complejos hoteleros de lujo como Banyan Tree Cabo Marqués, Princess Mundo Imperial o Vidanta, que ofrecen una experiencia sofisticada, con campos de golf, playas exclusivas y cientos de actividades sin tener que salir de las instalaciones. No obstante, las demás ofertas de la zona también se caracterizan por brindar confort y grandes experiencias sin necesidad de desembolsar demasiado.
Un plan por excelencia es rentar una villa, un departamento o una casa para un plan familiar o entre amigos, incluso en temporada alta, ya que la disponibilidad de alojamiento es vasta. Como sucede en cualquier destino junto al mar, los precios son proporcionales a la cercanía con la playa; sin embargo, gracias a su extensión, Diamante ofrece distintas opciones con rápido acceso a las playas públicas, a pocos minutos en taxi o auto.
Ejemplo de ello es el club de playa del Hotel Celin, un alojamiento boutique ubicado a unos cuantos metros de la playa Bonfil; puedes hospedarte en alguna de sus 18 habitaciones o simplemente pasar el día en su club de playa. Una de sus ventajas es que puedes cubrir casi todo el cover con el consumo de alimentos y bebidas del restaurante. La cocina es deliciosa, tanto para snacks (pescadillas y flautas de marlín, etc.) como para platillos elaborados (no te pierdas la mojarra al grill o las pastas a base de mariscos). El principal atractivo de este lugar sigue siendo su ubicación, ya que la playa es tranquila, poco concurrida y muy hospitalaria. Perfecta para descansar, asolearse o relajarse con un coctel en la alberca con vista al Pacífico.
Al ajillo, zarandeados o a la diabla. Los sabores del Pacífico se sienten en las enramadas de Acapulco Diamante. Crédito. Getty Images.
La laguna de Tres Palos es uno de los tesoros mejor guardados de esta región. Se encuentra a espaldas del aeropuerto y es un refugio natural que vale la pena explorar. En sus manglares y grandes árboles tropicales anidan aves residentes y migratorias como patos, pelícanos, espátulas rosadas y garzas que se alimentan de peces y crustáceos.
Para conocer la laguna, te recomendamos contratar un tour con agencias locales o en sitios como Civitatis o Viator. Tras recogerte en tu hospedaje, te llevarán a un paseo en lancha mientras los guías te ayudan a afinar la mirada para descubrir la biodiversidad del lugar. Casi todos los paseos incluyen una visita al tortugario o el cocodrilario, así como una comida en una enramada preparada por una familia del lugar. Sin duda, este paseo con conciencia ambiental y mucho sabor local cambiará tu perspectiva de Acapulco.
Replicado en otras playas mexicanas, lleva ingredientes tan distintivos como la salsa cátsup. Crédito: Shutterstock.
Si quieres empezar tu día con un buen desayuno, La Granja es una gran opción para hacerlo. Este restaurante ubicado en la avenida principal de Diamante ofrece una variada carta de platillos típicos, como los sopes, chilaquiles o enfrijoladas; una sección para desvelados que incluye caldo de camarón, menudo, carne en su jugo, entre otros guisos para revivir tras una noche de fiesta, y una muy completa selección de platillos a base de huevo, como omelettes, molcajetes y guisados. Si vas en fin de semana, la barbacoa de cordero es algo que no te puedes perder. Es, sencillamente, deliciosa.
A la hora del almuerzo o la comida, uno de nuestros restaurantes favoritos es El Sirenito. Tiene dos sucursales en Diamante, así que no importa dónde te hospedes en esta zona, seguramente habrá uno cerca de ti. Allí encontrarás platillos tradicionales del mar como el clásico coctel de camarones estilo Acapulco, con su salsa tipo cátsup, además de tacos de pulpo al grill, camarón capeado tipo Baja California o en tacos gobernador, con queso derretido. Su maravillosa selección de tostadas incluye la de callo de hacha, la de ceviche o la salada de atún.
Otro gran lugar para comer en Acapulco Diamante es el Ika Tako, donde la especialidad de la casa son los alambres de mariscos preparados en una enorme parrilla de teppanyaki, servidos con una porción de caldo de camarón y arroz. Además, los podrás acompañar de varias salsas para darle un toque personalizado.
Por la noche, si quieres tener una cena más íntima y especial, Patiti del Mar destaca por su atmósfera sobria pero casual, perfecta para disfrutar creaciones a base de mariscos fusionadas con otras cocinas. El bolillo de marlín y el pulpo a las brasas son imperdibles, y para el postre, este sitio ofrece las paletas heladas Palito Chueco, icónicas de Acapulco, hechas de fruta natural.
Si buscas algo más relajado, tienes mucha hambre, te saturaste un poco del marisco o quizá tengas un poco de prisa, la taquería Tacos’ Tumbras es una delicia. Tiene tacos a la parrilla típicos de la Ciudad de México, hay de bistec, costilla, chuleta, combinaciones con queso, entre otras, y sus tacos al pastor son de los mejores que hemos probado en la vida. Además, los venden por kilo y para llevar, por si prefieres cenar en tu villa o tu departamento.
Quesadillas doradas y rellenas con la pesca de día— son perfectas para comer en una enramada, cerveza en mano y con los pies en la arena. Crédito: Shutterstock.
Pasar el día en la playa, nadar y jugar en la arena, comer pescado del día bajo la sombra de una enramada, con los pies en la arena y un agua de coco bien fría, en familia, con amigos, relajados y divertidos… La idea de la vacación acapulqueña sigue vigente en la zona Diamante. Para vivirla, tenemos dos muy buenas opciones.
La primera opción, en playa Bonfil, es Las Gaviotas, un lugar famoso por su receta de pescado a la talla. Tú eliges la pesca dependiendo de la cantidad de comensales, lo pagas por kilo y te lo pueden servir en el salón del restaurante o en una palapa en la playa.
La segunda opción está en la playa Majagua, en la bahía de Puerto Marqués. Este rinconcito se encuentra a un lado de la marina y es un lugar perfecto para ir en familia, sobre todo con niños pequeños, pues aquí el mar es, prácticamente, una alberca. A la hora del hambre solo tienes que acercarte a Don Camarón, un pequeño local que cuenta con una amplia carta de platillos típicos de la zona. Te recomendamos mucho las pescadillas.
Acapulco Diamante emerge como el rejuvenecido tesoro de las costas guerrerenses, con una oferta diversa y accesible, desde lujosos resorts hasta playas serenas y experiencias gastronómicas exquisitas, tan sencillas o sofisticadas como quieras. Lo único que falta es que hagas tu plan, reserves tu vuelo y te prepares para pasarla bien.