Crédito: Cortesía Aqua Nick.
Al viajar con los más pequeños de la familia, el Caribe mexicano se transforma en un inmenso patio de juegos junto al mar transparente y tranquilo, con actividades especialmente pensadas para gozarse en compañía.
No hay por qué estresarse con la organización o la logística: gracias al concepto More Inclusive, desarrollado por Lomas Hospitality, apenas se aterriza en el aeropuerto de Cancún y ya todo está incluido: hospedaje, alimentación y transportación entre el aeropuerto, el hotel y los parques, además de experiencias memorables.
Esta aventura puede comenzar en Punta Maroma, una de las diez playas más hermosas del mundo según Tripadvisor, para disfrutar de un paseo en catamarán y practicar esnórquel sobre coloridos arrecifes habitados por peces, tortugas y mantarrayas.
Deja que la emoción crezca en los siguientes días con un itinerario que incluye enloquecer de alegría en Aqua Nick Water Park, nadar con delfines en Interactive Aquarium Cancún y visitar Xenses en versión nocturna, aunque cabe mencionar que estos dos últimos se deben hacer por cuenta propia. Así que… ¡allá vamos!
En el Caribe mexicano hay un sinfín de opciones de hospedaje, algunas de ellas con espacios y actividades específicamente para niños, que los harán sentir cómodos, contentos y seguros todo el tiempo.
En Generations Riviera Maya, por ejemplo, algunas de las muy amplias suites son swim up, es decir que tienen acceso directo desde el balcón a la alberca infinita de la terraza. Además del Kids Club (con cine en miniatura y videojuegos), cuenta con un Family Lounge con canchas de futbol y básquetbol, mesa de billar y juegos de destreza. Y hay un Starbucks en el interior que también es todo incluido.
Por su parte, los hoteles Hyatt Ziva Riviera Cancún y Dreams Natura Resort & Spa tienen sus propios parques acuáticos con toboganes. En el primero hay nueve piscinas de todos tamaños y el segundo tiene hasta pared para escalar, río lento y una tirolesa.
Eso sí, el Caribe mexicano presume de los mejores parques acuáticos del mundo para las familias, así que lo difícil será elegir cuál visitar.
Generations Riviera Maya es un paraíso para chicos y grandes, con cine, juegos, canchas, videojuegos, billar, albercas infinitas y hasta un Starbucks todo incluido. Crédito: Cortesía CPTQR.
¿Visitar dos parques en un solo día? ¡Claro que sí! La energía infantil es inagotable y también contagiosa.
Tras un sustancioso desayuno, hay que tomar rumbo a Aqua Nick Water Park, donde podrán dejarse ir en sus 21 toboganes, darse un baño de slime, cruzar retos sobre el agua y conocer a Bob Esponja y a Patricio Estrella, a los Paw Patrol y a las Tortugas Ninja, desde las 10 de la mañana hasta las 4 de la tarde (aunque cierra a las 6).
Luego de dos poke bowls con atún y salmón, una hamburguesa, varios helados y limonadas de sobra, están listos para una profunda pero reparadora siesta de camino a Xenses Insomnia by Xcaret, un parque ideal para disfrutarse sin sol ni multitudes, desde las 5 de la tarde y hasta las 11 de la noche. Aquí los niños mayores de cinco años están invitados a desafiar sus sentidos a través de experiencias sensoriales y surrealistas en más de 50 escenarios, dejarse llevar por un río de sal y otro de lodo. Y lo mejor: volar como búho para admirar la selva maya desde una perspectiva única, tipo Peter Pan. Por último, un sándwich para llegar despiertos al hotel y decir: “¡reto superado!”.
IG @xensespark
Si a tus peques les gustan los días “animalosos”, la propuesta es visitar el Interactive Aquarium Cancún, en plaza La Isla, donde además de ver a peces de todos colores, se pueden tocar estrellas y pepinos de mar, erizos y mantarrayas, saludar a un imponente lobo marino llamado Meex (“Bigotes”, en maya) y nadar con Yaxnak (“Llovizna”), una delfín que provoca las más sinceras sonrisas de niños y adultos con solo tenerla cerca.
Y entonces se recuerda la primera mañana en Punta Maroma, donde una estrella de mar en la orilla causó revuelo sobre la playa y miles de peces plateados se volvieron protagonistas de varios videos para redes sociales. Pero, sobre todo, cuando al sentir miedo del oleaje durante el esnórquel aparecieron dos tortugas en el fondo marino buscando comida. Su nado apacible hizo que todos en el agua sintieran curiosidad y tranquilidad.
El Caribe mexicano es uno de los destinos favoritos del verano. Aquí la naturaleza, la aventura y el entretenimiento se convierten en experiencias inolvidables para toda la familia. Crédito: Cortesía Aqua Nick.
Vibrar el Caribe mexicano con niños invita a mantenerse activo, lejos de los camastros. Y quizá suene cansado, pero no, es totalmente revitalizante, sobre todo cuando escuchas a tus pequeños decir “¡Es el mejor viaje de mi vida! Le doy cinco estrellas”. Muchos lugares quedaron fuera del itinerario, pero siempre debe quedar algo pendiente para, se dice, tener un motivo para regresar.