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Crédito: Cortesía Casa Madero.
Rutas México
Coahuila y su territorio vinícola
Por Wendy Pérez
En más de nueve municipios de este estado norteño hay bodegas forjadoras de la personalidad del vino coahuilense; su pasado cimentó la historia enológica de México y el futuro que marca vanguardia. Te contamos sobre algunas imperdibles en Parras de la Fuente.
Para conocer sobre Coahuila y su zona vinícola hay que hacer un viaje en el tiempo hasta el siglo XVI, cuando se estableció la Misión de Santa María en el Valle de Parras, Coahuila, una región privilegiada por sus manantiales, líquido vital para producir vides.
Según documentos históricos, en estas tierras había uvas o parras silvestres, de ahí el nombre del Valle, e incluso se llegó a elaborar vino con ellas. Pero, sin lugar a dudas, lo que cambió el rumbo de la región fue el establecimiento de haciendas como la de San Lorenzo, actualmente Casa Madero. Esta bodega obtuvo en 1597 la autorización de la Corona española para plantar viñas y producir vino y brandy, tarea que continúa hasta hoy.
Casa Madero nació en la antigua hacienda San Lorenzo en 1597 y es una de las bodegas más premiadas del continente. Crédito: Cortesía Casa Madero.
Actualmente, no solo Parras de la Fuente tiene bodegas, también las hay en Arteaga, Cuatro Ciénegas, Ramos Arizpe, Torreón, Saltillo, Múzquiz, General Cepeda y Piedras Negras. En todas estas localidades hay proyectos que contribuyen a que Coahuila sea el segundo estado productor de vinos en México, solo después de Baja California.
Son siglos de viñedos creciendo por Coahuila… y el pretexto perfecto para que explores tres bodegas que reflejan su espíritu en el corazón de Parras de la Fuente.
Casa Madero, leyenda del vino
De esta bodega coahuilense hay muchísimas historias por contar, pues se trata de la más antigua establecida en el continente americano y en funcionamiento ininterrumpido. Fue el 19 de agosto de 1597 cuando don Lorenzo García recibió la merced (como antes se denominaba al permiso) del rey Felipe II de España para la plantación de vides en Parras.
Desde inicios del siglo XVII se produjo en la hacienda San Lorenzo vino y aguardiente de uva (brandy). La bodega libró la famosa prohibición de producción que en 1699 impuso la misma Corona española, al recibir la excepcional autorización de seguir generando vino solamente para usos eclesiásticos.
Casa Madero pasó por varias manos hasta 1893, cuando don Evaristo Madero, el abuelo de Francisco I. Madero, adquirió la propiedad y renovó las instalaciones. Al poco tiempo se volvió muy famoso un destilado de uva sin añejamiento llamado Blanco Madero que salía de la bodega.
Ese auge siguió con la familia Milmo, sus propietarios actuales, que se enfocó en introducir vides como la shiraz y en certificarse en temas orgánicos, entre otras cosas, catapultando a Casa Madero en el mercado nacional y extranjero.
Si visitas Parvada, no dejes de probar sus vinos en una cata o en el restaurante Nido. Te sugerimos Parvada Blanco, Parvada Cabernet Franc y Parvada Selección del Enólogo. Crédito: Cortesía Parvada.
La vinícola es una de las más premiadas del continente americano, según el World Ranking of Wines & Spirits, con más de mil medallas y múltiples reconocimientos, resaltando el estatus de Primer Pago de América, otorgado por los Grandes Pagos de España.
Tiene 400 hectáreas de viñedos y en su bodega se resguardan las barricas que se utilizaban hace más de 50 años, y prensas de 1808 que puedes conocer en varios recorridos que ofrecen a los visitantes, finalizando con una cata guiada con etiquetas de las cinco líneas que forman su portafolio. Te sugerimos probar V Rosado, Casa Madero Chardonnay y Gran Reserva Shiraz.
También es posible organizar comidas privadas dentro de Hacienda San Lorenzo, abierta a estas experiencias desde 2003, pero se requiere reservar con antelación y con un mínimo de asistentes.
Desde hace 50 años, Casa Madero ha celebrado sus Fiestas de la Vendimia, que este 2024 serán el 9 y 10 de agosto.
Reserva tus recorridos y experiencias en madero.com
En más de 30 hectáreas de viñedos a 1,550 metros sobre el nivel del mar, Parvada cultiva vides clásicas como cabernet sauvignon y tan singulares como caladoc, verdejo y petit verdot. Crédito: Cortesía Parvada.
Una diaria transformación
En el Valle del Tunal, a unos 30 minutos de Parras de la Fuente está Don Leo, bodega que se encuentra a 2,100 metros sobre el nivel del mar. Su historia comenzó en 2011, en el rancho que estableció la familia de don Leo Mendel, migrante alemán que llegó a tierras mexicanas en 1938 para hacer crecer nogales, papas, vides y alimentar ganado.
Hoy, en esas mismas tierras crecen 12 varietales de uvas como el cabernet sauvignon y el merlot bajo la supervisión de sus descendientes, creando dos líneas anclas, Don Leo y Linde, y un vino kosher que rememora su ascendencia judía.
Entre los últimos logros de Don Leo resalta el reconocimiento que le otorgó en 2020 el Concours International de Cabernets de Francia al mejor cabernet sauvignon del mundo por su Gran Reserva 2013.
La bodega Parvada, en el municipio de Parras, se encuentra en una nogalera que a partir de 2017 se transformó en una vinícola. Crédito: Cortesía Parvada.
En 2015, Don Leo se abrió al enoturismo para ofrecer a los visitantes recorridos en sus viñedos y en la bodega, que incluyen cata de sus dos líneas y experiencias gastronómicas para quien busque la vivencia completa. Te sugerimos probar Don Leo Chardonnay, Don Leo Cabernet Sauvignon-Shiraz y Linde Cabernet Sauvignon-Merlot.
Los domingos hay un brunch, pero es indispensable hacer reservación. Los paquetes son exclusivamente para personas mayores de 18 años. Hace poco lanzaron la fecha de su Fiesta de Vendimia, que será el 7 de septiembre y para la que ya puedes comprar boletos.
Reserva tus visitas y experiencias en [email protected] o al teléfono (844) 698 2222.
Casa Madeiro. En cada barril, un capítulo de la rica historia vinícola de Coahuila. Crédito: Shuttersock
Parvada, una experiencia 360
La bodega Parvada está en el municipio de Parras, en un terreno que era una nogalera y que a partir de 2017 se transformó en una vinícola bajo la dirección de un grupo de empresarios quienes, además, incluyeron en el proyecto un fraccionamiento de tipo campestre y una zona recreativa con el restaurante Nido Kitchen.
Aquí encontrarás 30 hectáreas de vides creciendo a 1,550 metros sobre el nivel del mar. Con estas cepas se elaboran siete etiquetas, entre tintos, blancos y rosados que ya están en el mercado. Las vides que más usan son la syrah, malbec, caladoc, cabernet franc, cabernet sauvignon y petit verdot, verdejo, chardonnay y sauvignon blanc, algunas con más de 10 años de antigüedad.
Brinda con amigos en Parras de la Fuente, donde cada copa es un viaje por la rica historia vinícola de Coahuila. Crédito: Shuttersock
Las experiencias incluyen recorridos por los viñedos y la bodega, una cata de vinos y de quesos con charcutería, y visitas al restaurante Nido, que tiene un amplio menú. Te sugerimos probar Parvada Blanco, Parvada Cabernet Franc y Parvada Selección del Enólogo. También es posible hospedarse en el hotel boutique Parvada, al interior de la propiedad, en un complejo diseñado por el despacho Artigas Arquitectos.
Reserva en boletos.vinosparvada.com y al teléfono (871) 187 0067.
Estos viñedos de Coahuila han sido testigos de siglos de historia, cultivando uvas desde el siglo XVI para crear vinos que representan el alma de México. Crédito: Shuttersock
Estas tres probaditas de los vinos de Parras son un menú enológico perfecto para irse adentrando en Coahuila como estado productor de vinos. Puedes completar la experiencia de este viaje en Hacienda El Marqués, Rivero González y Las Pudencianas Hotel Vitivinícola, entre otras. Por supuesto, no hay que dejar pasar la visita al Pueblo Mágico de Parras de La Fuente, donde es imprescindible subir al cerro del Sombreretillo, explorar la iglesia del Santo Madero y visitar el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, en la plaza principal.
Gastronómicamente hablando, no se te olvide probar el asado de puerco, un emblema de Coahuila, con sus tortillas de harina recién hechas, o bien sus ates y dulces de leche, junto con la campechana, que es una pasta hojaldrada y horneada con miel y azúcar, tesoro de la panadería parreña.
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