Cuenta la leyenda que en los primeros años del siglo XIX, en el recién formado reino de Baviera, se organizó una gran fiesta con el pretexto del matrimonio del príncipe Luis y la princesa Teresa de Sajonia-Hildburghausen. La celebración incluyó carreras de caballos y se llevó a cabo en un campo llamado Theresienwiese (el Prado de Teresa) en honor a la princesa.

La popularidad de la fiesta fue tal que se retomó en Múnich y evolucionó a una semana de juegos, incorporando nuevos elementos en homenaje a la herencia alemana. El consumo de cerveza fue aumentando al grado de que se empezaron a construir carpas y cervecerías temporales.

El Oktoberfest se realiza de mediados de septiembre a principios de octubre porque el clima es más agradable en septiembre, pero debe su nombre a que la primera edición de la fiesta terminó en octubre. La gastronomía bávara, con sus pretzels enormes y sus salchichas, se acompaña por los hombres vistiendo su lederhosen (pantalones de cuero) y las mujeres en dirndls (vestido).