Puerto Escondido está en la región de la Costa oaxaqueña. Aquí las montañas se unen al mar y acogen las playas de Zicatela, Bacocho, Carrizalillo y Puerto Angelito, donde no faltan opciones de descanso, gozo y sabores entrañables. Comienza tu caminata por la calle Alfonso Pérez Gasca, mejor conocida como El Adoquín, con diversas propuestas artesanales y de esparcimiento.
Para descubrir los productos locales, date una vuelta por el Mercado Municipal Benito Juárez; sábados y domingos, los insumos llegan desde localidades como Santos Reyes Nopala, Pinotepa Nacional, Salinas de Guadalupe Victoria o Río Grande Villa de Tututepec para ofrecer sabor y frescura. Otra alternativa es el Mercado Zicatela, con vista al mar.
También existen restaurantes con propuestas contemporáneas interesantes y deliciosas. En Almoraduz, Quetzalcóatl Zurita y Shalxaly Macías incorporan sabores asiáticos, sudamericanos y europeos con ingredientes locales en platillos a la carta como el lechón confitado servido con segueza y puré de plátano, o el risotto negro de mariscos y huitlacoche. También ofrecen menús degustación con maridaje.
En Agua Salá, en playa Zicatela, Saúl Carranza te consentirá con pescados y mariscos del día en recetas como el ceviche de mango y coco con camote y maíz o las pescadillas rellenas de escabeche de pescado. Otro platillo a probar es el aguachile negro picante con rib eye en tinta de calamar o el tartar de res con alioli de chile chilcostle.
Tampoco te pierdas la oferta de Glou Glou, de Luis Pabón y Gabriela Moreno, en la terraza de Casa To. Este lugar en Brisas de Zicatela es ideal para las tardes de relajación: vinos naturales, bebidas frescas y comida rica como la tostada de ricotta ahumada, la coliflor rostizada al horno de leña con curry rojo o la pita de kebab de camarones.