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El día a día de los habitantes de Cancún se desarrolla lejos de la zona hotelera, del otro lado de la laguna Nichupté. Y tiene mucho que ofrecer para quienes prefieren unas vacaciones a precios razonables, alejadas de los resorts y con sabor local.
Esta es una de las playas más tranquilas y familiares de Cancún. Por su poco oleaje, es posible nadar con niños y practicar tabla de remo.
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El día a día de los habitantes de Cancún se desarrolla lejos de la zona hotelera, del otro lado de la laguna Nichupté. Y tiene mucho que ofrecer para quienes prefieren unas vacaciones a precios razonables, alejadas de los resorts y con sabor local.
Un tesoro histórico que revela la grandeza ancestral de la cultura maya, impregnado de misterio y fascinantes paisajes que te transportarán al pasado.
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Alojarse en la ciudad de Cancún se ha vuelto muy accesible gracias a las rentas vacacionales tipo Airbnb. Te recomendamos que elijas un hospedaje cercano a la Plaza Las Américas, convenientemente conectado por el transporte público; los autobuses R1 y R2 te llevan a las principales playas.
Uno de los puntos de reunión de los locales es el parque Las Palapas, que se llena de vida al atardecer, cuando el calor baja y las familias ya salieron de trabajar. Los puestos de comida son el principal atractivo; además de los elotes, esquites y marquesitas, hay antojitos yucatecos como salbutes, panuchos, polcanes y tacos de cochinita a precios muy accesibles. Como en cualquier otra plaza, no faltan los grupos de música o los espectáculos callejeros.
A cuadra y media de Las Palapas está el llamado Jardín del Arte. En sus alrededores notarás una serie de murales que hablan sobre la convivencia del ser humano con el mar; muchas de estas piezas fueron realizadas por artistas locales e internacionales que participaron en el encuentro de grafiti Meeting of Styles. Para apreciarlos mejor, te recomendamos reservar una visita guiada en plataformas como Airbnb y Viator.
Un lugar donde los locales encuentran entretenimiento con un toque más sofisticado es la zona de Puerto Cancún, un inmenso desarrollo que recuerda más a Miami que a una ciudad mexicana. El centro comercial, los impresionantes edificios de oficinas y departamentos y la oferta gastronómica y de entretenimiento que se multiplica a cada minuto dan cuenta de una ciudad que, si bien surgió del turismo, hoy tiene nuevos derroteros.
Delicioso platillo callejero lleno de sabor y tradición. ¡Disfruta su irresistible combinación de maíz y condimentos!
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Cancún ofrece muchas opciones para practicar deporte. Desde el malecón Tajamar, frente a la Plaza Las Américas, sale una pista para corredores y ciclistas que se adentra en la zona hotelera; los primeros 10 kilómetros son muy agradables, con varios tramos sombreados que corren paralelos a la avenida Kukulcán. El Parque Kabah, un pulmón urbano donde se conservan manchones de selva intacta, tiene un circuito para corredores, un gimnasio al aire libre y muchos andadores perfectos para caminatas a cualquier hora.
Playa Las Perlas, una de las más cercanas al centro de la ciudad, no tiene oleaje, por lo que es posible nadar desde temprano e incluso meterse con niños. Aquí se encuentra la escuela de stand up paddle board (sup) de Cancún, donde podrás aprender a remar y rentar tu equipo para disfrutar el mar a tu ritmo, o bien, tomar una clase de yoga sobre tabla.
Playa Tortugas y Playa Langosta tampoco tienen oleaje y se prestan para nadar antes de que salga el sol; por su orientación hacia el Oeste, en Cancún los cielos más lindos son al amanecer. En estas playas también puedes quedarte todo el día con amigos y familia, pues son de acceso libre, tienen estacionamiento, palapas en renta y baños. Otras playas de libre acceso son Caracol, con poco oleaje, Chaac Mol y Delfines.
Un fascinante oasis costero en Cancún, donde la naturaleza se entrelaza con la modernidad, un maravilloso lugar para disfrutar y relajarse.
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Cerca de Playa Delfines están dos zonas arqueológicas, El Rey y San Miguelito, que probablemente hace ocho siglos eran un mismo puerto comercial. Es muy agradable recorrerlas porque tienen andadores sombreados por la vegetación selvática. No dejes de ir al Museo de la Cultura Maya, un edificio contemporáneo que aloja piezas encontradas en el sitio y otras que te ayudarán a comprender la importancia prehispánica de esta región.
La gran cantidad de visitantes que recibían los arrecifes aledaños a Cancún en los años noventa resultó nociva, por lo que a inicios del siglo xxi un grupo de activistas encontró una solución para reducir la presión ambiental sobre los arrecifes naturales: crear un espacio que, además de regenerar corales, sirviera de hogar para la belleza natural y artística. Así nació el Museo Subacuático de Arte (musa), con más de 500 esculturas de diversos artistas que permiten a distintas públicos disfrutar del paisaje marino en sus tres galerías: Salón Manchones es el más profundo y se recomienda para bucear; Salón Nizuc y Salón Punta Sam son aptos para practicar esnórquel. Para vivir esta experiencia, puedes llegar desde Cancún o desde Isla Mujeres.
Junto con las ruinas de San Miguelito, fueron en la época prehispánica una misma ciudad maya. Te recomendamos comenzar tu visita en el Museo Maya de Cancún, frente al hotel Emporio.
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Quienes viven en Cancún se dan sus escapadas a la selva, específicamente a la llamada Ruta de los Cenotes, que corre 35 kilómetros desde el cercano Puerto Morelos hasta la población de Leona Vicario. A lo largo de la ruta hay cenotes abiertos, cerrados y subterráneos, así como parques ecológicos que ofrecen actividades como tirolesas y paseos por la selva. Entre ellos están el cenote Boca del Puma, el Siete Bocas o el Verde Lucero.
Otra de las escapadas favoritas de los locales es Isla Blanca, que no es una isla, sino una playa remota al norte de Cancún, más allá de Puerto Cancún y Costa Mujeres. Se trata de un brazo de arena que se extiende desde Punta Sam y se interna en el mar. En algunas partes, el hermoso paisaje puede recordarte a Holbox (pero con mucho viento), o bien a Cancún antes de la llegada del turismo.
Más allá de las escuelas de kitesurf y algunos clubes de playa muy sencillos, no hay establecimientos ni urbanizaciones en Isla Blanca. Así que no olvides tus provisiones, una buena sombra y una bolsa para llevarte tu basura. Te recomendamos partir antes del atardecer, ya que al ser una zona más silvestre abundan los mosquitos.
Toma el ferry en Puerto Juárez y en 15 minutos estarás en esta isla con mucho encanto local. Te recomendamos recorrerla a pie y disfrutar de sus calles pintadas con murales. Si tienes suerte, también encontrarás algunas casas de madera estilo caribeño que sobreviven a la fuerte urbanización turística. Si quieres pasar el día junto al mar, Playa Norte es la más accesible desde el muelle; sin embargo, Isla Mujeres ofrece la oportunidad de conocer una cara distinta del mar en Punta Sur, con acantilados formados por la erosión del viento y el oleaje.
A pocos minutos en ferry desde Cancún, esta isla y Pueblo Mágico tiene todo el encanto del Caribe mexicano. Playas, comida deliciosa, calles coloridas y paisajes por descubrir.
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En Isla Mujeres puedes vivir tres experiencias marinas: el nado con tiburón ballena (entre mayo y agosto), el paseo en catamarán que te lleva a la reserva vecina de Isla Contoy (súper recomendable), y la experiencia de snorkel o buceo de musa. Luego de nadar o pasear, no te pierdas la oferta gastronómica del mar, pues aquí todavía quedan algunas cooperativas de pescadores que surten directamente a la isla. Anota estos platillos en tu lista: pescado a la tikin xic, pizza de langosta y coctel de pulpo, por si te los encuentras en el menú de los restaurantes locales.
El Museo Subacuático de Arte se creó para reducir la presión de los turistas sobre los arrecifes naturales. Con el paso de los años se ha llenado de vida, generando paisajes hermosos y hábitats nuevos.
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Cancún se ha construido una reputación de turismo de resorts; sin embargo, hay otras formas de conocer esta ciudad donde se juntan el mar turquesa, la laguna y sus manglares, la selva maya y sus cenotes, con el presente de sus habitantes.