En la península de Yucatán, a menos de dos horas de Mérida, se encuentra un hermoso pueblo que te enamorará a primera vista. Descubre por qué sus colores, su gente y su gastronomía harán que no quieras irte nunca.
Valladolid ha sido el escenario de las grandes rebeliones que se vivieron durante la época de la colonia. Llegó a convertirse en un enclave esencial de la península de Yucatán y fue considerada la “Capital del Oriente Maya”.
Los cupules, la población más densa de la región, intentaron proteger su territorio ante la invasión de los españoles, pero su esfuerzo fue en vano. De esta manera, en el año 1543, Francisco de Montejo (conquistador adelantado de Yucatán) fundó “Valladolid” en honor a la homónima ciudad del Reino de España.
¿Qué puedes hacer durante tu estancia en Valladolid?
Apunta estas actividades a tu lista de viaje:
Visita la Plaza Central, centro neurálgico de la ciudad en el que encontrarás puestos callejeros de comida, mercados y hasta espectáculos de baile.
Acércate al antiguo Convento Franciscano de San Bernardino de Siena, en el barrio de Sisal. Disfruta del show de luces y sonidos que se proyecta sobre la fachada del convento.
Relájate luego de un paseo por el pueblo y toma un rico baño en el cenote Zací, ubicado en el medio de la ciudad.
Prueba la gastronomía típica de Yucatán en algunos de los mejores restaurantes de Valladolid. Deléitate con sus platos más reconocidos: cochinita pibil, salbutes, lomitos, tortas de lechón, pibihuas, panuchos, papadzules, poc-chuc, entre otros. Prueba el famoso chocolate de Yucatán, considerado el mejor del mundo.
Toma bonitas fotos en la Calzada de los Frailes, una calle con pintorescas casitas coloniales con fachadas de diferentes colores.
Cenote Zací, en el centro de Valladolid.
El sitio ideal para refrescarte del calor mexicano. Crédito: Shutterstock.
Valladolid sí que merece la pena visitarla. Conoce su historia, prueba sus platos más deliciosos y disfruta del encanto de un pueblo mágico.