Si estás buscando despejarte un rato y olvidarte de la rutina, nada como un viaje por el Bajío para apapacharte con vino y experiencias en la naturaleza.
Todos sabemos que el estado de Guanajuato se pinta solo cuando se trata de opciones para el turismo, desde hermosos enclaves naturales hasta arquitectura de ensueño; lo que quizá pocos saben es que algunos de sus pueblos y ciudades resguardan viñedos que bien merecen una visita.
San Miguel de Allende
Si eres de los que disfrutan de un buen recorrido vinícola, San Miguel de Allende es la ciudad perfecta para perderte. En los viñedos de la hacienda de San José Lavista, el Viñedo San Miguel y Dos Búhos, entre otros, podrás sumergirte en el proceso completo de sus deliciosos vinos, desde la creación hasta su degustación.
Dolores Hidalgo
Si ya conoces San Miguel y quieres visitar otra cara de la región, Dolores Hidalgo es un gran destino. Para adentrarte en el tema, te recomendamos visitar el Museo del Vino de Guanajuato. En los alrededores del pueblo te esperan viñedos como Bernat Vinícola, Tres Raíces, Cuna de Tierra, la Santísima Trinidad y Los Arcángeles.
Mucho más que un viñedo
Extensos campos de cultivo, un hotel boutique y un restaurante con cocina de autor con productos de la región… Tres Raíces lo tiene todo.
Crédito: Cortesía Tres Raíces.
Tanto en San Miguel de Allende como en Dolores Hidalgo encontrarás una vasta oferta de experiencias complementarias que llevarán tu recorrido vinícola a otro nivel. Paseos en bicicleta, spas, clases de yoga, música en vivo, cocina de autor con productos regionales, campamentos bajo las estrellas, cenas románticas y hospedaje en haciendas son tan sólo algunas de las actividades que lograrán que el vino en tu paladar no sea el único placer del día.