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Ubicada en la parte baja del Golfo de México, Villahermosa es un destino que resalta la naturaleza de sus paisajes y la belleza de la cultura olmeca, conservada como parte del patrimonio mexicano más rico en historia.
La ciudad de Villahermosa mantiene un equilibrio entre lo moderno y la riqueza de la historia de los chontales, un pueblo maya que habitó la actual zona de Tamulté de las Sabanas.
Pasar varios días en este destino es una gran opción si buscas conocer un México distinto. A diferencia del estereotipo común semidesértico de otras regiones del interior del país, Villahermosa sorprende a más de un visitante con su clima tropical y sus verdes intensos.
No podemos dejar de destacar a su pueblo: el espíritu alegre y festivo de los habitantes de Villahermosa que es muy contagioso. Su franqueza y hospitalidad se siente en cada simple detalle. Ofrecen su ciudad con la misma generosidad con la que le sirven al visitante un vaso de pozol frío, una bebida típica a base de cacao y masa de maíz, cuando el calor apremia. “Toma, hermano –dicen sin reservas–, esta es tu casa”.
Uno de los principales atractivos de la ciudad es el Parque-Museo “La Venta”, una gran obra museográfica que ofrece una excelente opción para aprender sobre la cultura olmeca y adentrarse en un recorrido de más de un kilómetro entre la flora y la fauna de esta hermosa ciudad.
La mayoría de las piezas que se exhiben en este museo son las conocidas como “cabezas colosales”, cuya imagen ha caracterizado a la ciudad en las principales exposiciones del mundo por su singularidad y diseño.
Estas piezas están consideradas como la mejor muestra del pueblo olmeca, una cultura enigmática y de las más antiguas que se desarrollaron en el México precolombino.
Además de las cabezas olmecas, podemos destacar otras figuras como el mono mirando al cielo y los altares que marcan el umbral del inframundo.
Las esculturas no son el único atractivo alrededor de Villahermosa; entre los lugares que destacan se encuentra el terreno de 24,000 m2 en el que se distribuye una extensa vegetación compuesta por plantas de ornato hasta árboles frutales, medicinales y maderables. Además, para tranquilidad de los visitantes, la mayoría de las especies están identificadas en varios idiomas.
Las “cabezas colosales” son sinónimo de historia y cultura olmeca.
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Desde la ciudad de Villahermosa puedes visitar en coche lugares increíbles que merecen una descripción especial:
La escultura del Mono mirando al cielo es un ícono de la cultura olmeca.
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Villahermosa cuenta con un aeropuerto que conecta con la Ciudad de México en solo 1 hora y 20 minutos de vuelo. Por este motivo, se trata de un destino perfecto si deseas organizar una escapada corta, dado que la poca duración del vuelo no modificará tu agenda de viaje.
Anímate a visitar esta mágica ciudad y a descubrir el encanto de sus alrededores plagados de historia, naturaleza y paisajes de ensueño. Una ciudad a la que querrás volver cada vez que visites el estado de Tabasco.