Si quieres disfrutar del sabor de la región a través de propuestas gourmet, te recomendamos ir a Pangea, restaurante de alta cocina bajo la batuta de Guillermo González Beristáin. En este lugar disfrutarás de un juego de experimentación entre sabores y texturas que te invitarán a probar los ingredientes locales de manera distinta. Lechón confitado y dorado acompañado de papitas cambray, morrones asados y chile güero o cabrito braseado, dorado y deshuesado con puré de coliflor y salsa de cerveza son un ejemplo de esto.

Otra gran propuesta es KOLI Cocina de origen, un restaurante que se enfoca en la historia de cada ingrediente y las recetas dentro de su menú. KOLI significa “abuelo” en náhuatl, nombre que inspira la ideología tradicional-experimental de este lugar. Para comenzar, te recomendamos la “botana de norte a sur” que incluye tartar de carne zarza, gordita de chayote y tamal con encacahuatado, una pequeña degustación que involucra sabores del país completo. Como plato fuerte, el mole neoleonés que contiene lechón, acuyo, cebolla y queso fresco o, si estás buscando una explosión de sabores, su barbacoa de res con menta, manzana, aguacate con ajo negro y salsa borracha te volará la cabeza.

Como última opción y más enfocada en la cocina mexicana experimental, te recomendamos La Embajada. Cuentan con una gran selección de platillos que describen como “comida corrida con elementos gourmet”; una manera distinta de disfrutar de ciertos platillos que ya conocemos. Te recomendamos probar las puntas de filete o los tacos de cantina con fideo seco y asado de puerco. Una delicia.

Tradición y modernidad

La escena gastronómica en Monterrey no sólo está llena de tradición, sino también de experimentación, así que visitar esta gran ciudad te ofrecerá un interesante viaje entre texturas y sabores. Si tienes agendada una visita a esta ciudad norteña, te recomendamos guardar lugar para un buen platillo y una grata sorpresa.