EnvivaRevista

Crédito: Shutterstock.

Sabores y experiencias

Chetumal, por el puro antojo

Por Ivett Rangel / Fotos: Cortesía Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo.

Con influencia británica, beliceña y libanesa, la capital de Quintana Roo cuenta toda una historia a través de su gastronomía

Para conocer el capítulo más exquisito del Caribe mexicano hay que viajar a Chetumal. La gastronomía de la capital de Quintana Roo, en la frontera sur de México, es muestra de un rico mestizaje conformado por los sabores del mar propios de la península y por la influencia de recetas beliceñas, inglesas y libanesas. 

Chetumal cuenta su propia historia a través de platos muy distintos entre sí. De la cocina regional se utilizan principalmente insumos del mar, además de carne de cerdo y pollo, en conjunto con maíz, chile habanero, chaya, cacao, achiote y plátano, entre muchos otros.

A estos sabores se unieron otros provenientes del extranjero, especialmente el del queso holandés o queso de bola, como le llaman quienes viven en esta ciudad, el cual encontró un hogar para siempre en la comida luego de ser importado por los comerciantes a finales del siglo XIX. 

Paladar multicultural

La ruta del antojo en Chetumal comienza por salir a las calles para deleitarse con unas empanadas de chaya hechas con masa de maíz, hojas de chaya y rellenas de queso o con unos hot dogs chetumaleños, famosos por prepararse con una salchicha rodeada por una tortilla de harina empanizada, aliñada con cebolla, jitomate y queso espolvoreado, o bien unas marquesitas con queso de bola rallado y bien repartido en la parte superior de estas crujientes crepas enrolladas.

Los chetumaleños son los herederos de sabores tan tradicionales como el rice and beans (arroz con frijoles, aunque nada tiene que ver con el gallo pinto centroamericano), los queques y el pan bon, con sus propios toques caribeños, que provienen de distintas cocinas internacionales, pero que en Chetumal son parte de una misma familia. 

El machacado es el acompañante perfecto para cualquier paseo por el malecón. Lleva hielo raspado, fruta natural machacada, leche condensada y otros toppings al gusto. Crédito: Cortesía CPTQ.

Antojos chetumaleños

Para quienes gozan del buen comer, la deliciosa ruta multicultural de Chetumal debe contemplar, a decir de los expertos del Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo, estos platos:

Ceviche estilo Chetumal. Considerado como la propuesta insigne de la zona, la vertiente local de este platillo fresco lleva carne cruda de caracol rosado marino previamente “golpeada” con martillo o piedra. Una vez ablandada, se corta en pequeños pedazos, a los que se baña en jugo de limón y se agrega cebolla morada, jitomate y un toque de chile habanero.

Pescado tikin-xic. Esta es una especialidad ancestral de la cultura maya; el pescado cortado por la mitad (en mariposa) se sazona con jitomate, cebolla morada, achiote, chile güero, aceite de oliva, naranja agria, sal y pimienta sobre una hoja de plátano. Se cuece al vapor o al carbón y se sirve en las mismas hojas donde fue cocinado.

Rice and beans. Adoptado por los habitantes debido a la cercanía con Belice, la combinación de arroz y frijoles se distingue por un toque criollo caribeño: una cobertura de leche de coco, acompañado de pollo adobado y plátanos machos fritos.

Kibis. De influencia sirio-libanesa, este peculiar antojito callejero se puede encontrar prácticamente en cualquier rincón de Chetumal. Se elabora como una especie de tortita frita hecha de masa de trigo inflado y rellena de carne molida, cochinita pibil o queso de bola, además de cebolla, ajo y jitomate. Se acompaña con ensalada de col, rajitas de chile habanero y naranja agria.

Machacado. Es la golosina imperdible de la ciudad. Se prepara con hielo raspado, fruta natural machacada (plátano, guanábana, piña, papaya, sandía, nanche, durazno, o bien, con cebada, cacahuate u otras frutas secas) y leche condensada o evaporada, decorada con galleta o bombones, según el gusto del paseante. Es el compañero indiscutible de cualquier paseo por el malecón.

Y si lo anterior no resultó suficiente, entonces hay que mencionar los huevos motuleños, servidos sobre una tortilla frita con frijoles refritos, jamón, chícharos y bañados en salsa de chile habanero; los camarones rebozados con coco rallado acompañados de salsa de piña o crema de chipotle; y el refrescante pozol, bebida ancestral del sureste mexicano hecha a base de cacao o coco molido con masa de maíz y agua fría. La riqueza gastronómica del destino habla por sí sola. 

Las empanadas de chaya, hechas con masa de maíz, hojas de chaya y rellenas de queso, son el antojo peninsular por antonomasia y pueden comerse a cualquier hora del día. Crédito: Cortesía CPTQ.

¿Dónde encontrar estas delicias?

Estos y otros platillos propios de la cocina chetumaleña se pueden degustar en restaurantes ubicados en el centro, sobre la Avenida Bahía, y en la zona de Calderitas, como en el Café del Puerto y Almina Restaurante, establecimientos que ofrecen una amplia variedad de platos regionales a lo largo del día.

FB @cafedelpuerto.mx y @alminarestaurante

Mientras que en Ámbar del Mar, Taco Loco y Riveros Restaurant, especializados en delicias del mar, se privilegian las órdenes de caracol preparado en ceviche, paté, escabeche, empanizado, torta, taco o brocheta; así como de pan de cazón y filete tikin-xic.

FB @ambardelmarchetumal
IG @riverosrestaurant
tacoloco.mx

Si este plan se te antojó, es hora de planear una escapada a Chetumal para probarlo de todo a todo. 

Más información: www.caribemexicano.travel

Visita Chetumal a través de nuestras rutas:

EnvivaRevista

DESCARGA TU REVISTA ENVIVA VERSIÓN PDF

DESCARGA
TU REVISTA ENVIVA VERSIÓN PDF