El masaje debería ser casi una obligación, una receta médica para el bienestar; porque entre el tráfico, el trabajo y el estrés acumulado, no hay mejor solución que un buen masaje relajante. A continuación, te dejamos nuestras cuatro opciones predilectas.
El masaje tailandés es una técnica milenaria que alinea la energía del cuerpo mediante presión en puntos específicos. A diferencia de otras, esta técnica utiliza codos, rodillas, pies y otras partes del cuerpo, convirtiéndola casi en una danza. Una experiencia completamente distinta a otros masajes.
Este ritual de origen japonés utiliza una técnica de presión con los dedos en zonas alineadas a la acupuntura. Cada punto se mantiene pulsado durante aproximadamente ocho segundos para armonizar nuestros distintos canales de energía.
Comprueba por qué los tailandeses creen que los masajes no sólo alivian el cuerpo sino también el alma con esta técnica milenaria. Crédito: Getty Images.
Entre las múltiples bondades de los masajes están el aliviar las contracturas y mejorar la circulación, la función inmunológica y el estado emocional.
Crédito: Getty Images.
Este masaje consiste en la colocación de piedras de basalto en distintas zonas, las cuales al calentarse aflojan los músculos y equilibran los centros energéticos del cuerpo. Es un masaje suave, pero si eres de los que sufre de tensión muscular, estas piedras son una delicia sumamente efectiva.
La reflexología podal se considera un ritual de medicina alternativa. Este tipo de masaje consiste en la presión de varios puntos clave en los pies que interactúan con distintos órganos y músculos del cuerpo, sanándolos indirectamente.
Si estás leyendo esto es porque necesitas un descanso: te aseguramos que cualquiera de nuestras recomendaciones te transportarán a un mundo de relajación del que saldrás renovado.