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Situado en la desembocadura del río Pánuco, Tampico ha sido durante varios siglos un importante puerto marítimo. Al igual que ocurrió con otros puertos del Golfo de México, el asedio de los piratas y otros factores hicieron que la ciudad fuera reubicada en distintos puntos ligados al cauce del río. En el siglo XIX encontró su asentamiento definitivo, donde ha florecido una ciudad portuaria que tiene algo para todos los viajeros.
Quienes aman la cultura llegan atraídos por sus edificios coloniales, sus elegantes casonas y sus sitios históricos. Los amantes de la naturaleza y el sol disfrutan de las playas y los paseos por la Laguna del Carpintero. Los paladares curiosos se dan un festín de mariscos frescos y platillos locales. Y por su moderna infraestructura y su ubicación estratégica, también resulta un sitio ideal para hacer negocios. Si aún no conoces Tampico, te invitamos a explorarlo con esta guía.
El centro histórico de Tampico es un increíble mosaico de estilos arquitectónicos que van del colonial al modernista, pasando por el art déco y un estilo neoclásico francés que recuerda a las edificaciones más emblemáticas de la ciudad de Nueva Orleans.
Comienza tu recorrido en la plaza de armas, donde destaca el hermoso kiosco rosado, llamado por los tampiqueños “el pulpo rosa”. Admira desde aquí la Catedral de estilo neoclásico y sigue hacia el renovado Mercado Municipal.
Una visita imperdible es la Antigua Aduana Marítima, uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad. Construida a fines del siglo XIX con un estilo británico, materiales traídos de Francia y Estados Unidos, es un hito en la ciudad y te permitirá adentrarte la historia de la ciudad.
El kiosco rosado, mejor conocido como “el pulpo”, es el punto de partida para recorrer el centro de Tampico, lleno de tesoros arquitectónicos. Crédito: Shutterstock.
Por sabores exquisitos no se para en Tampico. A pocos pasos de la antigua aduana, en la calle de Emiliano Carranza, se encuentran las famosas “tortas de la barda”, hechas con bolillo relleno de jamón, queso de puerco, carne deshebrada, chorizo, frijoles, aguacate, queso amarillo y blanco, verdura y salsa verde de chicharrón. Esta tremenda receta se atribuye a la familia Bracamontes, que la inventó para el almuerzo de los trabajadores portuarios.
Otro lugar célebre en el puerto es El Porvenir, un restaurante que abrió sus puertas en 1923 y sigue funcionando. En este espacio centenario no debes perderte las jaibas Frank, elaboradas con pulpa de jaiba guisada con mantequilla, crema y perejil.
Para seguir con la jaiba, sabor identitario de Tampico, hay que ir a Los Curricanes. Desde 2009, el cocinero Ricardo de Gorordo Cantú usa jaiba natural de Golfo para platillos ya clásicos como las jaibas rellenas, el jaibón y las manitas de jaiba.
Para probar los sabores huastecos de Tamaulipas, hay que visitar El Lindero, que desde hace seis décadas sirve delicias como zacahuil (un tamal horneado de gran tamaño), bocoles de masa con cama de frijol o una de sus 15 opciones de enchiladas, como las estrujadas con machacada de manteca de puerco y res, y de postre un pan de queso.
La playa más concurrida y famosa de Tampico es Miramar, sin embargo, a menos de media hora de la ciudad se encuentra la hermosa playa Dunas Doradas, en Altamira, que sorprende por su mar azul, su clara arena y dunas perfectas. Por ese rumbo también está Morón, donde además puedes practicar la pesca en el río Tigre y comer ostiones frescos en sus sencillas y acogedoras palapas.
En torno a la Laguna del Carpintero, a pocas cuadras del centro, también encontrarás el Parque Metropolitano y su malecón, la rueda de la fortuna y el Museo de la Cultura Huasteca. Pero si eres amante de la naturaleza y tienes un poco más de tiempo, planea una escapada al Nacimiento, donde surge el río Mante, un balneario natural para toda la familia a solo dos horas de Tampico.
En Tampico son célebres el tamal zacahuil, las tortas de la barda, las bebidas y postres de jobito, pero también los ostiones y las jaibas en restaurantes tan célebres como El Porvenir o Los Curricanes. Crédito: Cortesía El Porvenir.
En tu próximas vacaciones, no dudes en lanzarte a Tampico para conocer su historia portuaria, sus sabores, sus playas y la indudable calidez de sus habitantes.