En mayo de 1949, en el prestigioso Hotel Waldorf Astoria de la ciudad de Nueva York, el diseñador de moda Ramón Valdiosera, oriundo de Veracruz, sorprendía a la prensa con sus modelos más osados.
Las tonalidades rosadas, intensas y vibrantes de las telas desembocaron en una serie de aplausos espectaculares que marcaron un antes y un después en los colores de las prendas de alta costura.
Entre los asistentes se encontraba Perla Mestre, crítica de moda neoyorquina, quien al ver semejante despliegue de color, preguntó al diseñador cómo se llamaba ese rosa tan llamativo. Valdiosera respondió:
“Es un color muy popular en la comida, la artesanía y las flores de mi país. Es un rosa mexicano”.
“So… it’s a mexican pink” (así que… es un rosa mexicano), comentó maravillada Mestre.