Tanto la capital como la gastronomía de Michoacán han sido reconocidas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y Morelia, como la ciudad mexicana con más edificios catalogados como monumentos arquitectónicos. Por su cercanía —a tres horas tanto de la Ciudad de México como de Guadalajara— y la bondad de su clima cálido templado, la caminata por el centro de Morelia es más que una sorpresiva escapada de fin de semana: una experiencia de cultura y gastronomía completa, con el mágico toque colonial de sus calles.
El paseo comienza temprano en la Plaza de Armas, específicamente con la visita a la Catedral de Morelia, una joya barroca en cantera rosa cuya construcción tomó más de 100 años. Cruzamos la calle para entrar al Hotel Casino y desayunar en la terraza de su restaurante LU Cocina Michoacana, de la chef Lucero Soto, uno de los mejores lugares para probar cocina local y de temporada. Sus “chilaquiles de la suegra” son garantía.
Un imperdible en Morelia: comenzar el día con la cocina local y de temporada de la chef Lucero Soto.
Muy cerca de ahí, por la calle de Abasolo, está la siguiente parada: el Museo Regional de Michoacán, un inmueble barroco moreliano cuyas salas abordan la historia y la cultura del estado, desde sus primeros asentamientos hasta el Porfiriato. A menos de cinco minutos, en la calle de Nigromante, se encuentra el Centro Cultural Clavijero, un recinto para la divulgación de la cultura y las artes. Este espacio, el impresionante Palacio Clavijero, es un edificio de estilo barroco tablerado en cantera rosa. Sencillamente imperdible.
A dos minutos está el Jardín de las Rosas, una plaza pública donde podemos aprovechar para tomar un café o una limonada y recargar fuerzas.
Para comer, no hay mejor opción que Los Mirasoles, cocina de Rubí Silva en una impresionante casona, posiblemente el restaurante más icónico de la ciudad. La siguiente parada, a tan sólo cinco cuadras, es la Casa de Cultura de Morelia, cuya cartelera siempre ofrece exposiciones y espectáculos de danza, música y teatro para toda la familia. Para terminar, un favorito de los morelianos: el Museo del Dulce, dentro de la tienda Calle Real, un espacio dedicado a los dulces tradicionales. En su cafetería El Patio de Atrás podrás probar el original chocolate casero o una nieve de pasta de la región de Pátzcuaro.
Muy cerca de ahí está Tata Mezcalería, cocina de autor del chef Fermín Ambás, con más de 200 etiquetas de mezcal en una terraza-casona de ambiente muy cultural, lleno de cuadros, muebles entrañables y arte popular. Y si el plan de cena es más formal, La Azotea, en el hotel Los Juaninos, tiene la vista panorámica más impresionante de Morelia, y qué mejor que disfrutarla con el Centro Histórico y la Catedral iluminados.
Si tienes oportunidad, visita el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, una iglesia con acabados barrocos que te impresionará.
La cocina de autor de esta mezcalería –con más de 200 etiquetas– está envuelta por un ambiente acogedor, lleno de piezas originales de artistas y artesanos michoacanos.
Cada año, el Centro Histórico es lugar de reunión para cinéfilos y entusiastas de la gastronomía por dos de los festivales más importantes del continente.
Morelia en Boca (MEB), un Festival Internacional de Gastronomía y Vino, es una celebración culinaria imperdible. Chefs invitados, talleres, conferencias y presentaciones, todo alrededor de los sabores michoacanos y la cultura gastronómica de México. Su edición 2021 tendrá lugar en Morelia del 5 al 7 de noviembre.
El Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) es el evento de cine más importante del país y punto de encuentro de realizadores de cortometrajes, documentales y largometrajes, amantes del cine y selectas personalidades de la comunidad fílmica mexicana e internacional. Su programación es de las mejores del mundo y actualmente es un destino importante para la celebración del cine contemporáneo. Este 2021 se celebrará entre el 27 de octubre y el 1 de noviembre.
La riqueza cultural de Morelia lo abarca todo: su cocina, su arquitectura de cantera rosa, su tradición musical y su espíritu de arte y conocimiento. El primer cuadro de la ciudad es tan sólo una muestra de lo que Morelia tiene para ofrecerle al mundo: un día por el Centro Histórico es el primer paso de un gran itinerario.