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Secretos de viaje

Maya Ka’an El rostro más genuino del Caribe mexicano

Por Ivett Rangel / Fotografías: Cortesía CPTQ

El paraíso está en el sureste de México, en el corazón de Quintana Roo, y se llama Maya Ka’an. Todos los viajeros están invitados, pero solo los más curiosos llegan.

Maya Ka’an es una región ubicada a unos cuantos kilómetros de Tulum. Recorrerla es una de las experiencias más genuinas que se pueden vivir en el Caribe mexicano, pues combina la imponente belleza natural de Sian Ka’an con la sabiduría de nueve comunidades mayas: Muyil, Kantemó, Señor, Noh Bec, Tihosuco, Chunhuhub, Punta Allen, Punta Herrero y Felipe Carrillo Puerto.

Un pedazo de cielo

exuberante selva es hogar de jaguares, pumas, ocelotes, tapires, cocodrilos y más de 300 especies de aves. Sus costas albergan inmensos manglares, extensos canales, incontables cenotes y una majestuosa barra coralina. Por todo ello, esta reserva Patrimonio de la Humanidad es bien merecedora de su nombre en maya: “origen del cielo” o “regalo del cielo”. 

Para conocer este paraíso, hay que hacerlo en lancha y de la mano de los guías locales. La visita requiere varios días y distintos paseos, pues son más de 650,000 hectáreas. Una opción es el tour de pesca deportiva en Punta Allen o Punta Herrero, donde los locales te llevan a recorrer los manglares en busca de macabí, palometa, robalo, sábalo y otras especies. También puedes pasear en lancha para hacer esnórquel, caminar entre restos prehispánicos y avistar aves.

En la región de Maya Ka’an, lejos del turismo masivo, las comunidades mayas resguardan valiosas tradiciones y formas de vivir. Crédito: Cortesía CPTQ. 

Muyil, el castillo inesperado

Uno de los paseos en Sian Ka’an incluye una visita a la zona arqueológica de Muyil, el más importante de los 23 sitios arqueológicos de la reserva. 

Luego de atravesar la laguna de Muyil hacia el área de manglares, en medio de un paisaje dominado por el mar turquesa y el azul del cielo, aparece un diminuto muelle de madera. El guía explica que Muyil fue un puerto cuyo acceso al mar era un canal construido por los antiguos mayas para favorecer las actividades comerciales en donde actualmente se llevan a cabo este paseos ecoturísticos. Tras desembarcar, inicia la caminata hacia la zona arqueológica en la espesura de la selva. 

De entre las albarradas, construcciones cívico religiosas y plataformas, destaca El Castillo, con sus 17 metros de altura, un basamento piramidal de cinco pisos, coronado con un templo. 

Tras la visita, el guía invita a saltar al agua para refrescarse y flotar por el canal flanqueado de manglares y que conduce directamente al mar. 

Aproximarse a la cultura

Maya Ka’an cuenta con varias comunidades donde la cultura maya ha resistido. Punta Allen, por ejemplo, es un pueblo de pescadores con sitios extraordinarios para realizar actividades acuáticas y de ecoturismo. Aquí se puede pernoctar en pequeños hoteles y cabañas rústicas.

Luego está Felipe Carrillo Puerto, municipio que comprende cerca del 66% de la reserva. Su poblado principal se fundó en 1850 con el nombre de Chan Santa Cruz (”Pequeña Santa Cruz”) y en el año de 1932 fue rebautizada con el nombre del prócer y gobernante socialista. 

A finales del siglo XIX, durante la Guerra de Castas (movimiento para abolir la opresión de parte del gobierno y los hacendados), Chan Santa Cruz se convirtió en el santuario de los mayas rebeldes y tuvo lugar el suceso de la Cruz Parlante. Los mayas aseguran que esta figura era el medio por el que Dios se comunicaba con ellos para guiarlos durante la guerra. Aunque dejó de hablar después de este momento histórico, los habitantes siguen haciendo guardias y le llevan ofrendas en espera de que vuelva a comunicarse.

En esta comunidad destaca la arquitectura colonial de su iglesia semidestruida y de algunas viviendas, por lo que el INAH la considera Zona de Monumentos Históricos desde 2019. 

A pocos minutos de Tulum se encuentra la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an, cuyas playas, cenotes, arrecifes y canales hacen honor a su nombre en maya, “origen o regalo del cielo”. Crédito: Shutterstock.

Con sabor maya

Desde Felipe Carrillo Puerto se puede llegar al resto de las comunidades de Maya Ka’an para conocer su pasado y su presente, así como sus tradiciones y costumbres. Y nadie puede partir de aquí sin haber probado la gastronomía de la milpa maya, basada en maíz, frijol y calabaza. 

Algunos platillos imperdibles son la calabacita frita con salsa de tomate, huevo con chaya, tamalitos de frijol espelón (frijol regional), el chimole (un guisado), el relleno negro y, por supuesto, el sikil pak, con pepita de calabaza molida, tomate, chile habanero y otros ingredientes, todo acompañado de tortillas hechas a mano.

Si estás buscando una experiencia alejada del turismo masivo, en la que puedas vivir de cerca la genuina riqueza peninsular, Maya Ka’an es una magnífica opción. 

Más información: mayakaan.travel

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