Crédito: Diego Berruecos.
Hay dos formas de experimentar el mar en este destino. Por un lado, el tranquilo pueblo de Zihua, como lo llaman los locales. Por otro, Ixtapa, que ofrece los mejores atardeceres y caminatas por sus animadas calles al caer la noche.
Zihuatanejo, el antiguo pueblo de pescadores que da origen a este destino, tiene una vida marina y cultural muy activa. Cada mañana, en la Playa Principal se instala el mercado con la pesca que llega al amanecer. Por las tardes, ofrece atardeceres y caminatas por el andador del muelle hasta Playa La Madera.
Zihua está conformado por varias playas; por sus olas tranquilas, Playa La Ropa resulta perfecta para nadar o recorrer la bahía en tabla de remo o velero.
El Mercado Municipal es una de las experiencias favoritas para los amantes de la cocina, pues permite probar y conocer los ingredientes locales. Los sábados, entre las 9 y las 13 horas, el mercado orgánico que se instala frente al Museo Municipal ofrece talleres, charlas y música en vivo. Instagram: @eco.tiaknguis.sanka.
Los jueves es indispensable comer en cualquiera de sus pozolerías. La comida se vuelve una fiesta de música en vivo y sabores tradicionales.
A 15 minutos en coche desde el centro de Zihua se encuentran Ixtapa y sus playas El Palmar, con certificado de limpieza Blue Flag, y Playa Linda, la favorita para surfear.
Aquí las vacaciones se viven sin prisas: caminar por la ciclopista y reserva ecológica, cenar en la Marina o recorrer las calles del centro al anochecer en busca de una pizza o un helado y jugar un partido de mini golf con la familia.
La experiencia se completa con una escapada a desayunar o explorar el poblado de Troncones, o bien, conocer la laguna de Barra de Potosí para un paseo de alto contacto con la naturaleza. Toda esta región es visitada por la ballena jorobada; si vienes entre diciembre y marzo es probable que puedas verlas en un paseo en lancha con guías certificados.
Las callecitas cercanas al muelle principal son perfectas para caminar en la tarde, comprar recuerditos hechos por los locales y comer un rico pozole los jueves.
Crédito: Óscar Turco.
La belleza de sus playas y la cercanía con las montañas hacen de Ixtapa-Zihuatanejo el lugar ideal para recargarse de energía. Esta es una invitación para explorar la naturaleza y vivir la vida cerca del mar.