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Este espectacular complejo arqueológico se encuentra a unos pocos kilómetros de la capital de México y es la primera ciudad planificada de Mesoamérica.
Sus inicios datan en torno al año 200 a.C. y alcanzó su apogeo entre los años 350-450 d.C., momento en el que se convirtió en la sexta ciudad más poblada del mundo (sólo por detrás de metrópolis como Roma, Constantinopla o Alejandría). Sus orígenes y su caída, hacia el 650 d.C., siguen siendo objeto de investigación hasta hoy.
Poco se sabe de sus pobladores, la lengua que hablaban o cómo la ciudad llegó a su fin. Este misterio se mantiene desde los aztecas, quienes se encontraron con las ruinas sin saber lo ocurrido, y decidieron bautizarlas con el nombre de Teotihuacán: “Lugar donde los hombres se convierten en dioses”.
Pese a las interrogantes, arqueólogos y antropólogos aseguran que fue planificada al detalle con una distribución de calles y manzanas. Su organización se estructuró a partir de dos grandes ejes principales: la Calzada de los muertos y la calzada este-oeste.
Con unos 40 metros de ancho y dirección sur-norte hacia el este, la Calzada de los muertos regala una vista panorámica de todo el complejo monumental de Teotihuacán.
A lo largo de la Calzada encontrarás las construcciones más características e imponentes del complejo de Teotihuacán:
Un sitio que hace honor a su significado, “Lugar donde fueron hechos los dioses”.
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Teotihuacán es un lugar que te dejará maravillado. Anímate a recorrer la Calzada de los muertos, un sitio lleno de misterio e historia que ha llegado hasta nuestros días como testimonio tangible del pasado prehispánico.