No hay Navidad mexicana sin aroma a ponche, con su tejocote, varitas de caña, infusión de jamaica, canela, piloncillo y otras frutas que cada familia le añade. Crédito: Shutterstock.
Los mexicanos adoptamos de España el bacalao a la vizcaína, preparado con mucho aceite de oliva, ajo, jitomate, chiles güeros, aceitunas, alcaparras y almendras. Es de esos platos que al paso de los días sabe mejor… Y más si se convierte en torta.
Los romeritos son otro platillo indispensable. El sabor del mole se combina con la sensación un tanto terrosa de los romeritos, que son quelites, y el salado de las tortitas de camarón, a los que se suman las papitas cambray y los nopales.
El pavo o guajolote era, para algunas culturas ancestrales de México, un platillo de fiesta, por eso no es de extrañar que se haya integrado a la cena navideña. La receta varía según la región y se va adaptando a los gustos de cada familia; hay quienes lo inyectan con naranja, otros lo bañan en adobo o lo rellenan de picadillo con nueces, un toque de nuez moscada y frutos secos.
Para quitar el frío, nada como el ponche. La fruta estelar en la preparación de esta bebida es el tejocote, que solo se da en esta época; a este se suman trozos de caña de azúcar, flor de Jamaica, pulpa de tamarindo, trozos de guayaba, ciruelas, rajitas de canela y piloncillo para endulzar.
Para el postre, te recomendamos probar el buñuelo de rodilla, crujiente y bañado en miel de piloncillo, anís y canela.
El pavo o guajolote ha sido un platillo de fiesta en muchas regiones de México, por eso no es de extrañar que se haya integrado al menú de la cena navideña. Crédito: Shutterstock.
Si quieres hacer una cena en casa, muchos restaurantes ofrecen sus menús para llevar. En las cocinas del Mercado Medellín puedes comprar romeritos, bacalao, pambazos y pozoles especiales. El chef Emmanuel Zúñiga, en su dark kitchen Platillos del Mar (IG @platillosdelmar), ofrece una porchetta de cerdo en salsa de tejocote. Y la chef Kiara Hernández, desde Bravo Sazón (IG: @bravosazon), en el Huerto Romita, tiene una propuesta sustentable de pavo asado y torta de cielo con mucho sabor a Mérida.