El licor de rompope es herencia del Virreinato. Aunque existen diferentes versiones acerca de su origen, se cree que nació en la ciudad de Puebla de los Ángeles, en el convento de Santa Clara, y fue elaborado por primera vez por las monjas clarisas.
Esta congregación era la encargada de preparar las bebidas y los platillos para los invitados de alta alcurnia que se alojaban en el convento.
Cuenta la leyenda que fue una monja con el nombre de Eduviges, quien preparó por primera vez este licor mágico para los miembros importantes del rango eclesiástico.
Inicialmente, era elaborada sólo en los conventos, posteriormente se comenzó a comercializar como alternativa para generar ingresos a la congregación. Con el tiempo, llegó a convertirse en la popular bebida que conocemos en la actualidad.