Entrevista con Joaquín Caraballo, CEO de Waste2Worth, creador de la cumbre internacional Expo Circular y Carbono Neutral y uno de los grandes expertos en el tema de sostenibilidad y economía circular dentro en América Latina.
Al finalizar tres días de trabajo arduo, en los que se llevó a cabo la cumbre más importante en temas de sostenibilidad y economía verde de Colombia, me encontré con Joaquín Caraballo, quien no solo fue el creador del evento; es uno de los grandes referentes del tema en el país. Fue director de los programas de Gerencia Ambiental y Gerencia y Práctica del Desarrollo en la Facultad de Administración de la Universidad de los Andes. Actualmente es CEO de W2W, Miembro del Consejo Directivo de la Fundación Natura y consejero del Sector Ecológico del Consejo Nacional de Planeación. Esta es su visión sobre la realidad que vive actualmente Colombia y sus grandes retos en torno a la sostenibilidad enfocada en el turismo.
Colombia se ha convertido en un destino de naturaleza por varias razones: la primera es su oferta en temas de biodiversidad, de paisajes y de cultura, porque es muy rica. Poder estar en el frío de Bogotá y, en poco más de una hora, estar en lugares como Melgar, con altas temperaturas, permite que nuestros ecosistemas sean vistos como destinos fascinantes.
Además, varios estudios de competitividad han mostrado que Colombia tiene ese gran potencial. El reto sigue siendo, eso sí, mejorar la infraestructura, pero hay muchos agentes que están haciendo grandes esfuerzos. Es decir, estamos en la capacidad de atraer a un mercado global. La ubicación y la riqueza de nuestro país lo convierten en un destino único. En Colombia es muy fuerte, por ejemplo, el avistamiento de aves, con organizaciones como Proaves y otros santuarios de flora y fauna que son visitados por ornitólogos y aficionados.
Así es, no solo desde el turismo sino también desde los negocios se está viendo a Colombia como una fuente de material vegetal. Hay apuestas de modelos de producción de árboles que superan el billón de árboles sembrados en menos de dos años. Estos son macroproyectos forestales o de restauración, que cuentan con capitales del sector privado y de cooperación. El apetito por biodiversidad es cada vez más grande en la medida en que ésta es alimento y nos permite un ecosistema sano.
Cuando uno llega a Colombia, empieza a evidenciar estos mensajes. Lo vemos, por ejemplo, en el aeropuerto El Dorado, que es el primer aeropuerto en Latinoamérica en tener una estrategia en economía circular, con la que ha logrado diferenciarse. Hoy cuenta con certificación Leed Platino, la más alta en temas de sostenibilidad, y con certificación de Gestión Basura Cero.
Otro ejemplo es el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo. Es el Teatro Verde, como han decidido bautizar esa ruta, liderada por la Alcaldía de Bogotá, la Fundación Santo Domingo y el Grupo Valorem. Cuando llegan los artistas o los espectadores, viven una experiencia alrededor de la sostenibilidad, que va mucho más allá de un mensaje y se traduce en proyectos e indicadores de impacto.
El ecoturismo ha venido creciendo en Colombia. Sin embargo, aún tenemos que trabajar mucho para fortalecer a las comunidades y al ecosistema. Como ya dije, hay que trabajar en mejorar la infraestructura de logística; pero la oferta sigue creciendo de manera sostenida. Hoy por ejemplo los glampings (camping con glamour) son muy exigentes con los entornos donde operan, en cuestiones de gestión hídrica, energética, de residuos y sociales.
En los hoteles también existe una política para la gestión adecuada del agua, así como de los residuos. Podemos destacar a cadenas como Decamerón, pero también a hoteles pequeños de pocas habitaciones. Así mismo, hay empresas, como Awake Travel, que han sido reconocidas por actores de cooperación internacional, debido a la creación de rutas y experiencias que generan un valor agregado.
Aunque no está dentro del Plan Nacional de Desarrollo, están buscando actividades productivas que se puedan dar en el territorio, con nuevos modelos de servicio más colaborativos y más asociativos. Todo esto, por supuesto, muy de la mano del medio ambiente y de sus habitantes.
Sí, los operadores encuentran un gran potencial en Colombia y, por tanto, lo que estamos viendo es que hay importantes flujos de inversión hacia el turismo. También hay interés en el marco de proyectos de cooperación internacional; lo que se traduce en recursos de la Unión Europea y USAID para el sector.