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Rutas México
La ruta de las artesanías de Oaxaca
Por Irán Sosa Díaz
A tan sólo una hora de la capital oaxaqueña te esperan cuatro pueblos llenos de tradición y arte popular.
Oaxaca es un estado de innumerables bellezas y, sin duda, una de ellas es su arte popular. Las prodigiosas manos de sus artesanos combinan diversas materias primas, procesos técnicos y elementos simbólicos para regalarnos los más hermosos alebrijes, vasijas de barro o bordados, entre muchas piezas más. Los saberes de sus creadores han sido heredados de generación en generación y forman parte de su identidad cultural. Por eso, te invitamos a conocer estos cuatro pueblos oaxaqueños en una ruta de un solo día en la que algo es seguro: no saldrás con las manos vacías.
San Antonio Castillo Velasco: bordados multicolores
La primera parada será la más lejana de la capital oaxaqueña para que conforme vayas visitando los otros pueblos te acerques nuevamente a la ciudad. A menos de 60 minutos encontrarás el pueblo de San Antonio Castillo Velasco, conocido por sus flores que sirven de inspiración a las artesanas que realizan coloridas blusas, huipiles y vestidos bordados en hilos de seda. Sus hermosos e intrincados diseños pueden tomar hasta un año de elaboración. Existen más de 18 técnicas de bordado, sin embargo, las que más usan son el “bordado tradicional”, los “pensamientos”, el “deshilado”, y el famoso “hazme si puedes”.
En San Antonio se han organizado cinco colectivos dedicados al bordado. Te recomendamos visitar el taller de Aguja de Plata, conformado por 19 familias.
Mucho más que una prenda de vestir
En un huipil oaxaqueño se conjugan enseñanzas ancestrales, muchas horas de trabajo, gran atención al detalle y creatividad inigualable.
Crédito: Wikimedia Commons/ Tyrv.
Santo Tomás Jalieza: el ancestral telar de cintura
La siguiente parada será Santo Tomás Jalieza, donde te recomendamos ir directamente al Mercado de Artesanías, conocido como “El Higo”, para recorrer sus pasillos, en los que el telar de cintura cobra un papel protagónico. Sentadas en el piso, sobre un petate, las mujeres sostienen el tejido con una correa sobre su cintura y del otro extremo lo atan a un poste o árbol para que permanezca tenso conforme van diseñando los coloridos patrones y figuras que lo adornarán. Los textiles se elaboran con tintes naturales como añil, huizache, granada, sábila y toronjil. Los materiales que más usan son hilo de algodón, lana y estambre, con los que diseñan manteles, bolsas, chalecos, monederos, cinturones y gabanes, entre otros, así que no te faltarán opciones para las compras.
Telar de cintura: una técnica milenaria
Desde la época prehispánica, los dedos de las mujeres parecen danzar en el telar de cintura para crear coloridos tejidos con las figuras más variadas.
Crédito: Shutterstock.
San Martín Tilcajete: fantásticos alebrijes
La penúltima parada es este pueblo en el que los niños nacen y crecen ligados a la elaboración de alebrijes de madera como parte del entorno familiar, en casas donde las pilas de troncos de copal, las gubias y las pinturas son cosa de todos los días. En San Martín Tilcajete podrás visitar numerosos talleres —la mayoría al interior de los hogares— en donde serás testigo del tallado y pintado de los alebrijes. Además, en los espacios de exhibición y venta, fantásticos animales híbridos saldrán a tu encuentro para demostrar la creatividad sin límites que corre por las venas de los miembros de esta comunidad.
Por último, agenda una visita guiada al taller de Jacobo y María Ángeles, los creadores de los dos espectaculares alebrijes que se expusieron en el Rockefeller Center en la ciudad de Nueva York.
San Bartolo Coyotepec: barro negro bruñido
La última parada es San Bartolo Coyotepec, en donde encontrarás ollas, cruces, campanas, máscaras, lámparas, cráneos, figuras de animales y muchas piezas más con el característico brillo que les otorga el bruñido, el cual consiste en pulir la pieza con cuarzo. Esta técnica fue descubierta por Rosa Real Mateo de Nieto, mejor conocida como Doña Rosa, y su taller es una de las paradas obligadas en el pueblo, con un enorme espacio de exposición y venta frecuentado por nacionales y extranjeros. También te recomendamos darte una vuelta por Artesanías Doña Mariana para una demostración del proceso de elaboración del barro negro.
El barro negro en manos oaxaqueñas
¿Cómo un material tan sencillo como el barro puede asumir las formas más variadas, hermosas y delicadas? En San Bartolo Coyotepec lo descubrirás.
Crédito: Shutterstock.
Si vas a la ciudad de Oaxaca, no te puedes perder esta magnífica ruta de artesanías de reconocimiento internacional. Entre telares, alebrijes de madera y piezas de barro negro quedarás maravillado con la riqueza cultural que se esconde en cada rincón del territorio oaxaqueño.
El estado de Oaxaca tiene muchos distintivos que lo hacen único, y uno de ellos es la Ruta Mágica de las Artesanías.
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