Muy cerca de Ciudad Obregón están dos municipios que cuentan con vinatas para ser visitadas. Rosario, a una hora en coche, y Álamos, a un poco más de una hora y media. 

Una visita que es garantía es la Vinata Tesopaco 18-70, de una familia que ha producido bacanora artesanalmente por cuatro generaciones. Su nombre también se debe al pueblo del municipio de Rosario donde surgió esta vinata, así como su fecha de fundación en 1870. 

Si quieres visitar este negocio pequeño y familiar, es indispensable reservar al teléfono (+52) 64 7110 6451 para que abran sus puertas; igualmente, tienen una tienda en Ciudad Obregón, en la calle Coahuila 804, donde además venden productos artesanales.

Si te vas a dar la vuelta a Tesopaco, no te pierdas el Museo Costumbrista y la belleza natural del Sabinar de La Estrella. Además, en Rosario se lleva a cabo cada marzo el Bacanora Fest, donde por varios días se reúnen productores para que los visitantes prueben sus destilados. Solo en la edición 2025 se recibieron a 20,000 asistentes. 

En Álamos, y de gran tradición, está El Real de Álamos, familia que retomó la producción artesanal y la comercialización del bacanora desde 1978, y que cada año suma medallas, como la doble oro que acaban de ganar con su bacanora blanco en el International Spirits Challenge en Reino Unido. Real de Álamos es ideal si quieres conocer de primera mano a un maestro productor, así como todo el proceso, por lo que debes reservar directamente al (+52) 64 2151 4128 o al correo [email protected].

Por la zona de Álamos hay otras vinatas más grandes, como Casa Dalumoro, que produce varios proyectos, entre ellos 42 Grados y Kilinga, que significa “Mujer de Piedra”, y que debes probar si prefieres bacanoras jóvenes que hablen del territorio, o los añejados, pues en su proceso usan barricas de roble francés durante más de cinco años.