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Tamaulipas cuenta con una ubicación privilegiada: por un lado, se encuentra la zona fronteriza, rica en paisajes semiáridos, y por el otro, las aguas cristalinas de las playas del Golfo de México. Entre sus maravillas naturales se cuentan selvas, montañas, pozas o cenotes, ríos y un sinfín de enclaves naturales de gran belleza. Este enorme estado se distingue por la calidez de su gente, el zapateo rítmico de sus danzas folclóricas, la inigualable sazón de sus platillos y, por supuesto, la diversidad de sus maravillas naturales. Todo esto lo convierte en uno de los destinos favoritos para el ecoturismo.
La zona metropolitana de Tampico, que comprende los municipios de Tampico, Altamira y Ciudad Madero, es un excelente punto de partida por su ubicación geográfica y su aeropuerto internacional. Aquí te contamos cuáles son los paisajes y experiencias que despertarán tu lado aventurero y te ayudarán a reconectar con la naturaleza, así que prepara las maletas para un viaje inolvidable.
Además de ser uno de los principales puertos de comercio internacional en el país, Tampico es una ciudad con una enorme riqueza en recursos naturales, tradición e historia. Desde el momento de su fundación, fue objetivo de los esfuerzos de conquista, los ataques del pirata Lorencillo y las ocupaciones de tropas norteamericanas y francesas. A pesar de todas estas adversidades, a mediados del siglo xix la ciudad tuvo un auge como centro ferroviario, portuario y petrolífero, factores que la consolidaron como una importante zona de comercio de la región.
Hoy en día, es un destino turístico donde podrás disfrutar de una variedad de actividades. Además de visitar su hermosa Plaza de Armas, no dejes de dar un paseo por la Laguna del Carpintero, en donde el paisaje urbano se funde con la naturaleza (y puedes ver garzas blancas y cocodrilos, entre otros animales que habitan el manglar). Después de escuchar ritmos musicales huastecos y huapangos, y saborear una típica jaiba, prepárate para la cereza del pastel: explorar las zonas naturales de los alrededores. Si deseas cubrir mucho terreno y ahorrar en costos de transporte, puedes rentar un vehículo con alguna agencia en el aeropuerto de Tampico.
Disfruta de un respiro de la ciudad en esta enorme laguna rodeada de manglar, ubicada en el corazón de Tampico.
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Ubicada en Ciudad Madero, a tan solo 30 minutos del Centro Histórico de Tampico, la hermosa Playa Miramar se extiende por 10 km ininterrumpidos de arena fina y oleaje tranquilo, ideal para hacer pesca, veleo, buceo, windsurfing y esquí acuático; incluso puedes alquilar una moto acuática o dar el típico paseo en la banana. Después de un día de descanso en la playa, te recomendamos un recorrido por el bulevar costero, que bordea la playa desde su entrada por Avenida Tamaulipas y llega hasta el malecón.
Otro atractivo poco conocido de Miramar es el paraje llamado Las Escolleras, un rompeolas adoquinado construido durante el Porfiriato que se presta para comer un antojito, ver a los mapaches playeros que frecuentan el lugar y rentar una bicicleta o cuadriciclo en familia para disfrutar de la brisa del mar mientras observas los buques y barcos camaroneros que transitan entre el río Pánuco y el Golfo de México.
Y como ningún viaje está completo sin probar la gastronomía local, visita los restaurantes costeros que guardan un festín de sabores regionales como la carne a la tampiqueña, el tamal de pescado y los refrescos de fruta natural de El Globito.
Es el destino favorito de los tampiqueños y es fácil entender la razón: olas tranquilas y arena suave a unos cuantos minutos de la ciudad.
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Localizado a unos 120 km de Tampico, el pueblo de Aldama es un excelente punto de partida para las expediciones a la Reserva de la Biosfera El Cielo, que fue reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la unesco y con buena razón.
Con cuatro ecosistemas distintos, esta reserva es un verdadero paraíso para quienes disfrutan del ecoturismo.
Crédito: Cortesía Reserva El Cielo.
La parada obligada es El Zacatón, el cenote más profundo del planeta con 335 m y un diámetro de 100 m. Debe su nombre a los islotes flotantes de pasto o “zacate” que se mueven constantemente debido al viento. Por décadas, ha atraído a científicos, buzos extremos y, por supuesto, turistas, que pueden practicar senderismo en sus inmediaciones y contemplar la espectacular vista desde el mirador. A unos minutos caminando de allí también se encuentran varias pozas, grutas y cavernas que conforman el circuito de El Nacimiento, entre las cuales no te puedes perder Poza Verde, otro cenote de aguas termales mucho más grande en diámetro y que cuenta con camastros y pequeños muelles de madera en la orilla.
El Zacatón es tan fascinante que hasta la NASA mostró interés en él al introducir un submarino robótico que descendió 319 metros.
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Y por si fuera poco, la playa Barra del Tordo, ubicada a 35 km de Aldama, cuenta con un oleaje tranquilo y varios restaurantes de mariscos frescos. Además, es el único santuario de la pequeña y hermosa tortuga lora, una especie en peligro de extinción.
Si lo que buscas es contacto con la naturaleza, el municipio de Aldama es ideal para ti: te esperan selvas, montañas, playas, ríos y cavernas subterráneas.
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Aunque el municipio de Jaumave se encuentra a unas cuatro horas en auto de Tampico, esta joya enclavada en la Sierra Madre Oriental esconde un sinfín de tesoros naturales que hacen que el recorrido valga la pena. Su orografía única le otorga una diversidad climatológica que va desde formaciones rocosas repletas de cactus, hasta espesos bosques de pinos y nogales, creando el sitio perfecto para el paso de la mariposa monarca, que trae consigo un desfile de colores cada temporada.
A unos 12 km del poblado de Jaumave se encuentra el balneario natural de Los Nogales, un paraíso de aguas cristalinas color turquesa rodeado de rocas, cascadas y árboles frondosos que sirve de hábitat para la colonia de guacamayas más grande del país. Aquí podrás practicar kayak, ciclismo de montaña y acampar bajo el estrellado cielo tamaulipeco. Y un poco más adelante, sobre la misma terracería, encontrarás Poza Azul, uno de los sitios más populares de la región donde podrás hacer rapel, tirolesa, snorkel y senderismo.
Para los amantes de la adrenalina, vale la pena la visita al cañón del Charco Azul para contemplar la cascada de El Salto, deslizarte por sus toboganes naturales, disfrutar de sus pozas y descender a rapel 40 m hasta las majestuosas cuevas de aguas cristalinas. Para este recorrido deberás contactar a un guía local que conozca bien el terreno.
El oleaje tranquilo de la playa Miramar es ideal para practicar este deporte desplazándose por el mar con una tabla y una vela.
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La contemplación de la naturaleza no sólo enriquece nuestro entendimiento del mundo a nuestro alrededor, sino que ofrece una oportunidad para escapar del estrés de la vida diaria y reconectar con nosotros mismos. Tamaulipas cuenta con una enorme variedad de tesoros escondidos entre sus cadenas montañosas, sus ríos serpenteantes y sus insondables pozas que vale la pena disfrutar en carne propia. Sin importar si te gusta salir del camino convencional y adentrarte en senderos selváticos y cuevas subterráneas, o si lo que buscas es un hermoso paraje para pasar un rato tranquilo en familia a la orilla del mar o acampando al pie de un río, las maravillas aledañas a Tampico deberían formar parte de tu itinerario en tu siguiente viaje.
Sal de la mancha urbana y déjate envolver por el verde de la vegetación y el azul del agua. En Tamaulipas, lo tienes todo.