EnvivaRevista

Los viajes silenciosos son la tendencia que responde a la necesidad de desintoxicarnos del mundo digital y de la contaminación lumínica, sonora y visual a la que nos exponemos a diario. Crédito: Shutterstock.

BIENESTAR

Viajes silenciosos

Travesías para cultivar el bienestar

Por: Ivett Rangel

El estrés laboral, la contaminación sonora y la necesidad de desconectarse han dado lugar a esta tendencia en viajes que apuestan por un verdadero descanso.

La nueva (y más discreta) propuesta del mundo de los viajes son los llamados silent travels, una opción para desconectarse de todo y de todos. 

Esta tendencia ha ido tomando fuerza progresivamente tras la pandemia, que obligó a conectarse con el mundo 24/7 a través de la tecnología. Sin embargo, aunque esos años ya pasaron, la desconexión (o la conexión saludable) no ha vuelto.

La imperante necesidad de détox digital se suma a la de alejarse de la contaminación lumínica, sonora y visual a la que se está expuesto cotidianamente. Y para lograr conectar con un mundo sin bullicio y con uno mismo, se buscan experiencias enfocadas en la salud, pero no solo física, sino también mental y emocional. 

Retirarse a la naturaleza

Muchos viajeros ya no quieren simplemente despejarse o conocer los principales sitios turísticos, ahora buscan unas vacaciones en las que también se pueda descansar profundamente y adquirir aprendizajes para afrontar el día a día personal y profesional al regreso. 

La idea es elegir un lugar para sumergirse en la naturaleza y, especialmente, en el silencio. La opción más buscada son los retiros de bienestar centrados en la meditación, aunque también hay retiros de yoga o de baños de bosque libres de perturbaciones. También hay estancias diseñadas para el descanso y el rejuvenecimiento, y están aquellas que garantizan mantenerte alejado de cualquier dispositivo electrónico. ¿El objetivo? Deshacerse del estrés provocado por la sobreestimulación cotidiana y disfrutar plenamente de los beneficios de la vida al aire libre. 

Las reservas naturales son la principal opción para quien busca un viaje silencioso, seguidas por otros espacios rurales y retiros de meditación y bienestar. Crédito: Shutterstock.

¿A dónde ir?

La organización Quiet Parks International puede servir de inspiración para encontrar esos rincones de silencio. Por ejemplo: el Parque Nacional Yangmingshan, en Taiwán, fue el primer parque del silencio del mundo en 2020, y el Parque Hampstead Heath, en Londres, se convirtió en el primer parque europeo del silencio en 2021. También promueve los senderos del silencio y los parques marinos del silencio. 

Para sumar paisajes contemplativos y distancia física, están el Polo Norte o el Polo Sur, el Camino de Santiago de España o el Kumano Kodo de Japón, las selvas amazónicas y las extensiones árticas de Finlandia. Si se busca algo más parecido a un nido de paz, se puede reservar una estancia en el hotel Peace & Quiet en la Laponia Sueva o en las casas de Silent Living, en Portugal. 

En México, en territorios muy poco poblados de la zona norte y de la península de Baja California hay aún enormes extensiones naturales donde no existe el ruido humano y mucho menos el internet. Reservas de la Biosfera como El Vizcaíno, en Baja California Sur, Janos, en Chihuahua, o incluso Cuatro Ciénegas, en Coahuila, son opciones donde reina el silencio.

Si no es posible ir demasiado lejos, algunas metrópolis también ofrecen oasis de paz, como jardines botánicos, centros de meditación y parques nacionales. En la Ciudad de México, dentro del bosque de Chapultepec hay un inesperado refugio de reflexión: el audiorama, en donde solo se pide una cosa: no hablar. El Espacio Escultórico de la UNAM, las callejones de Chimalistac o el jardín de la Biblioteca Vasconcelos son otros rincones que invitan a respirar pausado casi en silencio. 

EnvivaRevista

DESCARGA TU REVISTA ENVIVA VERSIÓN PDF

DESCARGA
TU REVISTA ENVIVA VERSIÓN PDF