Esta ciudad construida sobre del desierto de Mojave, en el estado de Nevada, también tiene espacios de bienestar y conciencia plena. Y hay varias opciones que ofrecen bienestar integral: físico y emocional.
Como buena Capital Mundial del Entretenimiento, Las Vegas procura que la oxitocina, la dopamina, la serotonina y las endorfinas fluyan libremente en todos sus visitantes. Apenas se aterriza en el Aeropuerto Internacional Harry Reid, cuando ese horizonte compartido por la pirámide de Luxor con el Puente de los Suspiros, la Torre Eiffel y el Coliseo romano, así como una inmensa esfera lumínica, invita a sonreír instantáneamente.
En los spas de Las Vegas, las experiencias holísticas se potencian con el uso de tecnología de punta para crear sonidos, aromas, temperaturas y matices de luz que conducen al bienestar y la relajación profunda. Crédito: Cortesía Fontainebleau Las Vegas.
Las Vegas tiene 156,100 habitaciones, pero hay hospedajes que no se conforman con ofrecer solo una cama cómoda y un menú de almohadas, sino que van mucho más allá.
En las suites categoría Stay Well Premiere del hotel Vdara, el bienestar comienza con gadgets que mejoran la calidad del aire y del agua en la habitación, y que procuran un descanso profundo. Sobre una de las paredes está colocado un purificador de aire que elimina cualquier contaminante, como polvo, polen, esporas, virus y bacterias, y en la regadera verás un tubo de color naranja que es un suavizante de agua e infusor de vitamina C.
Las suites Stay Well Premiere del hotel Vdara tienen un sinfín de gadgets que mejoran la calidad del aire y del agua en la habitación, además de crear ambientes sonoros y visuales que conducen al verdadero descanso, con una vista envidiable a The Sphere. Crédito: Shutterstock.
A estos se suman una máquina de paisajes sonoros y un anillo de luz que simula el atardecer o el anochecer a cualquier hora según su programación, más persianas black out. Así, se puede conciliar el sueño a las tres de la tarde escuchando las olas del mar o el viento a través de los árboles, con ruido blanco o ruido marrón, o hasta con el sonido de un ventilador o la turbina de un avión mientras la luz se transforma primero en penumbra y luego en oscuridad.
Por último, hay una tableta en la que se puede ordenar a la habitación cualquier tipo de menú y tener acceso a programas de nutrición y al newsletter del centro médico Cleveland Clinic. “Una experiencia holística a través de la tecnología para optimizar el bienestar físico y emocional al viajar. Las suites son todo, menos comunes”, se describe en el portal del hotel. Y la vista resulta envidiable: a las emblemáticas fuentes del Bellagio, la torre del hotel París y de Orbi, como se llama el emoji de The Sphere.
Aunque parezca difícil de creer, en la Capital Mundial del Entretenimiento se toman muy en serio el bienestar, con spas, gimnasios y experiencias que cultivan incluso la conciencia plena. Crédito: Shutterstock.
Las Vegas presume alrededor de 50 spas, aunque hay algunos que destacan por sus instalaciones o servicios.
Lapis Spa & Wellness, al interior del hotel Fontainebleau, fue galardonado en 2024 en los World Spa Awards como el mejor spa de Nevada y el mejor spa del mundo de un hotel-casino. Aquí se goza del tiempo en la sala de sal del Himalaya (que se lanza como spray; el hotel Linq también tiene una), en la sala de vapor aromático (el eucalipto hace que cualquiera respire profundamente) o en los saunas: hay uno de luz infrarroja y otro de activaciones especiales.
También hay un salón de observación de estrellas para quienes desean estar en completo silencio o relajarse totalmente, y una piscina de hidroterapia que cambia con el flujo circadiano. Según los principios ayurvédicos, estar en sintonía con el día crea un equilibrio que permite a la mente y al cuerpo rendir al máximo, por ello, como dice este spa en su sitio web: “cada día se divide en dos fases: mañanas de marea baja y tardes de marea alta”.
Lapis Spa, en Fontainebleau Las Vegas, tiene un salón de observación de estrellas para quienes desean estar en completo silencio y contemplación. Crédito: Cortesía Fontainebleau Las Vegas.
En el lado opuesto de The Strip, el gimnasio del Aria sirve de imán para huéspedes de otros hoteles, pues es uno de los más extensos y mejor equipados en la ciudad. Una de las responsables asegura que siempre hay alguien en los aparatos, pero especialmente durante los fines de semana.
Aquí mismo está el acceso a The Spa, que llama la atención por sus suites para disfrutar de tratamientos en pareja o en grupo, ya sea con amigas o en familia. Hay una inspirada en el desierto y otra en el agua, y la tercera cuenta con dos camas de cuarzo rosa, a juego con el tono de la iluminación y la decoración. También hay una suite con una cama digna de película de ciencia ficción que emite luz roja. Este tipo de terapia estimula la producción de colágeno y mejora el aspecto de la piel, dándole un brillo natural al instante.
El facial insignia de la casa, por ejemplo, no solo se ocupa de limpiar, hidratar y purificar a profundidad el rostro con productos orgánicos, también trata manos y pies con parafina para devolverles la lozanía.
The Spa, dentro del gimnasio Aria, tiene suites para disfrutar de tratamientos en pareja o en grupo, una de ellas con camas de cuarzo rosa para potenciar la armonía. Crédito: Cortesía Aria.
Qua Baths & Spa, en el Caesars Palace, es el spa más grande de la ciudad, con 4,645 metros cuadrados. Entre sus amenidades destacan los baños romanos (por supuesto), un baño de vapor de hierbas, un sauna de madera de cedro y la Arctic Ice Room, una sala donde cae nieve suavemente del techo para una experiencia refrescante.
“Fomentar actividades de bienestar en Las Vegas no solo equilibra la energía vibrante de la ciudad, sino que también ofrece a residentes y visitantes un respiro para cuidar su mente y cuerpo. El verdadero lujo es el bienestar”, comenta Kristin Weddingfeld, gerente de relaciones públicas de Las Vegas Convention and Visitors Authority.
Pasear en una góndola en The Grand Canal Shoppes puede ser una forma de explorar la faceta más tranquila de Las Vegas. Crédito: Shutterstock.
Aunque Las Vegas es una elocuente invitación al desenfreno, igualmente otorga momentos de quietud. Al pasear por el hotel Luxor o Grand Canal Shoppes salen al paso los célebres bares de oxígeno, que prometen restablecer el cuerpo con jet lag o tras intensas jornadas de diversión, pero también ayudar a combatir hinchazón, dolores de cabeza o en las articulaciones, así como temas respiratorios, como rinitis o sinusitis. Se puede elegir hasta el aroma: hay de menta, lavanda, plátano y sandía, entre otros. En 15 a 20 minutos, luego de inhalar oxígeno al 90%, la energía se recupera.
Al andar rumbo al M&M’s World se revelan primero las cabinas de aqua massage, que con chorros de agua buscan aliviar la tensión sin tener que quitarse la ropa. No hay pretextos para unos cuantos minutos de quietud si no se desea pasar medio día o el día entero dentro de un spa.
Qua Baths & Spa, en el Caesars Palace, es el más grande de la ciudad. Entre sus amenidades destacan los baños romanos, por supuesto, y el baño de vapor de hierbas. Crédito: Shutterstock.
Y, claro, la química cerebral encuentra su punto más álgido al cumplir ese sueño de estar presente en uno de los tantos shows que la ciudad ofrece: desde el imperdible “O” del Cirque du Soleil en el hotel Bellagio, que honra la belleza y la pureza del agua con increíbles actos acrobáticos, hasta el recién estrenado Disco Show de Spiegelworld en el hotel Linq, que a nadie deja indiferente con este género musical que ha trascendido a través de las décadas. Es una invitación ineludible a disfrutar de la música y el baile.
O, tal vez, con un concierto en Las Vegas Sphere, donde sus residentes —U2 y Eagles, y pronto Backstreet Boys— impusieron felicidad a quien reservó un asiento en este escenario. Y en cualquier momento vale maravillarse con la tecnología del lugar con la proyección de Postcard from The Earth, una travesía inmersiva y de conciencia firmada por Darren Aronofsky.
Paisajes sonoros, luces de descanso, spas y habitaciones silenciosas con tecnología de punta. Eso y más ofrece Las Vegas en sus espacios de wellness. Crédito: Shutterstock.
Además de los gimnasios en los hoteles, Las Vegas también invita a probar la condición física muy a su estilo: con carreras de 5K y 10K, medios maratones o maratones completos que arrancan al atardecer y cuya meta se alcanza ya de noche, a la luz de los neones y entre llamaradas. Recién se llevó a cabo la edición Rock and Roll Las Vegas la última semana de febrero, y los maratones de la ciudad se correrán el 12 y el 26 de octubre. Así que aún hay tiempo para prepararse y mostrar el lado más atlético.
De Las Vegas se regresa contento, con la oxitocina, la dopamina, la serotonina y las endorfinas hasta arriba, y con la mente ocupada en un pronto regreso. Porque lo que sucede en Las Vegas, solo se vive en Las Vegas. Y si nos hace bien, hay que contarlo.